La Associació de Concesionaris del Mercat de la Independència proponía este verano abrir la totalidad de la fachada del edificio a la calle para mejorar la comunicación del mercado con su entorno y planteaba la posibilidad de que algunas paradas tuvieran fachada directa a la calle.
El proyecto está sobre la mesa de trabajo integrada por los comerciantes, el Ayuntamiento y la Diputació de Barcelona, en la que se abordan simultáneamente el cambio de modelo de gestión, el día a día del recinto y proyectos de futuro como el de la fachada,
"Compartimos la idea del Mercat de abrirse al entorno -comenta el concejal Aguado-, pero cualquier modificación de la fachada debe ser compatible con una intervención en edificio catalogado. Si hay soluciones factibles, las abordaremos".
Los comerciantes pedían celeridad en la elaboración y valoración de las distintas alternativas de reforma, pero la administración apela a los procedimientos.
"Primero debemos tener un proyecto sobre la mesa. Hablar de qué y de como". Aguado insiste en que "si compartimos la necesidad abordaremos el tema".
La apertura del Mercat de la Independència a la calle ya se ha puesto a prueba en la fachada de la Rambla d’Egara coincidiendo con la Festa Major y de la Fira Modernista. Las cocheras del mercado se han convertido en espacio de degustación con éxito de público.
Los comerciantes creen que la iniciativa debería tener carácter permanente y hacerse extensiva al resto del edificio allí donde la arquitectura y el catálogo de protección lo permita, de tal manera que el mercado se abra al exterior en el Raval y en la calle del Peix. Los vendedores conciben esa iniciativa como uno de los elementos del plan estratégico que relance el mercado como un centro comercial de referencia .