Víctor Mañosa, sabadellense de 45 años, es matemático y profesor en el Campus de la UPC de Terrassa desde el año 1994. Su mayor afición es escribir poesía, actividad que compagina con su trabajo y que desarrolla “desde siempre”.
Aunque ha escrito numerosos poemas y ha publicado algunos libros, no le gusta llamarse poeta a sí mismo; prefiere decir que escribe poesía. “Hay una cuestión de actitud. Conozco gente que tiene una implicación con la poesía y la literatura que seguramente yo no tengo. No creo que sea lo mismo. Es como los escaladores. Una cosa es escalar el fin de semana y otra es ser escalador”, explica.
“Yo escribo desde siempre. La poesía viene conmigo desde siempre. Supongo que uno necesita dar salida a las cosas que van por dentro, las cosas que punzan. No lo sé muy bien. Es algo que empecé a hacer en un momento determinado. Alguien me dijo que podía seguir por allí y yo dije: ‘pues mira, sí’. Y hasta ahora”, cuenta Mañosa.
El matemático empezó a publicar sus poemas en forma de libro a los 36 años y por casualidad. “A mi, me cuesta publicar. La primera vez que publiqué fue con un libro que editó Papers de Versàlia y que se llama ‘L’home que mira perplex’. Había abandonado la idea de publicarlo porque lo había enviado a muchos sitios y no había manera y los premios tampoco me convencían. Papers de Versàlia, un grupo de poetas de Sabadell, publicaba en aquella época algunas plaquettes. Me invitaron a participar y empecé a reengancharme con lo que había escrito”, explica Mañosa. De allí surgió la idea de editar “L’home que mira perplex”, que incluye algunos poemas publicados antes en plaquettes y otros de inéditos, escritos a lo largo de nueve años.
Muchos de los poemas de este sabadellense están colgados en su web y el libro “Stramonium”, que publicó en 2011, estuvo antes cinco años como PDF en la red. “Esto y los cuadernos en los que he ido publicando me dan la sensación de no escribir para el cajón. Yo quiero escribir para ser leído”, cuenta Mañosa, a lo que añade que “si hay la posibilidad de publicar, muy bien y si no, no pasa nada”.
Temáticas
Sus poemas no son monotemáticos sino que los temas que trata en ellos son variados. “Creo que mis temas no son nada originales. Hay una necesidad que creo que es inherente a las personas y que es la dimensión espiritual. Incluso en un mundo laico, hay una parte constitutiva del ser humano que son sus necesidades espirituales y este es uno de mis temas. Aparece de forma directa y, a veces, en forma de sueños pero últimamente también aparecen historias familiares que punzaban y necesitaban ser recolocadas. En otras ocasiones, escribo sobre distintos estímulos como recortes de periódicos, canciones…”
Los temas de los poemas de este matemático no han sido siempre los mismos sino que con el paso de los años han ido cambiando. “En mi último libro publicado hablo de la paternidad. Eso habría sido inconcebible antes pero la paternidad es un cambio radical y eso aparece. También aparecen otros temas que surgen cuando uno cruza el ecuador de su vida como la búsqueda del sentido de estar aquí, la muerte…”, comenta Mañosa.
Aunque pueda parecer que estos temas son muy dispares y sin conexión alguna, el escritor afirma que muerte y paternidad no están tan alejados. “Cuando nació mi primer hijo, me di cuenta de lo que significa la muerte. Tanto la posibilidad de que pueda morir tu hijo, que es algo muy bestia, como de que tú puedas faltar prematuramente”, asegura.
“Para mi, la vinculación con la poesía tiene que ver con una especie de expresión espiritual, de dejar constancia de un camino espiritual en el sentido más amplio de la palabra, no religioso”. Ahora, la mayoría de los poemas que está escribiendo recuperan esta parte espiritual de Mañosa, su reencuentro con la naturaleza y el mundo y es que con 45 se siente mucho más partícipe y vinculado al mundo que años atrás.