Finalizados los casales de verano tradicionales de julio, el Ayuntamiento de Terrassa ha activado esta semana, por cuarto año consecutivo, el dispositivo especial de agosto y septiembre. El programa, que se inició este lunes, se desarrollará hasta el 9 de septiembre, en horario de nueve de la mañana a tres de la tarde, incluyendo desayuno y almuerzo para los niños y jóvenes inscritos.
Este dispositivo socioeducativo garantiza que un total de 220 niños de 3 a 17 años de la ciudad y en situación de vulnerabilidad puedan cubrir sus necesidades alimentarias durante el período que va desde el cierre de los casales de verano convencionales hasta el inicio del curso escolar. El Consistorio lleva a cabo el programa junto a tres entidades de ocio infantil de la ciudad: los esplais La Fàbrica e INSOC Guadalhorce y el Grup Colònies Ca n’Anglada.
La principal novedad de este año es la inclusión de plazas abiertas con el fin de ofrecer “un espacio de ocio normalizador e integrador”. Es decir, no solo asisten a los casales niños derivados por los servicios sociales municipales, sino que se han podido inscribir otros niños. El Consistorio financia una parte del coste de estas plazas abiertas (30), mientras que 160 plazas están cubiertas por los servicios sociales y la Fundación Probitas participa también becando a 30 usuarios.
Silvia González, responsable del casal del Grup Colònies Ca n’Anglada, entidad que participa por segundo año consecutivo en el dispositivo especial de agosto y septiembre, explica que aunque este año han abierto el casal al barrio y las situaciones familiares de los usuarios son variadas, “hay familias con una situación no de exclusión pero sí con un bajo nivel económico y situaciones de hambruna pero poco a poco van mejorando”.
Otra de las novedades de este año es el cambio de horario. El verano pasado, los casales se desarrollaban entre la una del mediodía y las ocho de la tarde, incorporando el almuerzo y una merienda-cena. Este año, pero, el horario es de nueve de la mañana a tres de la tarde, con desayuno y almuerzo incluidos, lo que permite un horario más convencional. “Lo vemos como algo más positivo porque el año pasado, al empezar a media mañana, muchos niños no venían y ahora tenemos una asistencia muy regular y por la tarde pueden hacer otras actividades y estar con la familia”, señala González.
El Grup Colònies Ca n’Anglada desarrolla su casal, en el que participan 74 niños de 4 a 15 años, en la escuela Agustí Bartra, que ha cedido sus instalaciones para la ocasión. Tanto en este casal como en los que desarrollan los esplais INSOC Guadalhorce y La Fábrica se llevan a cabo juegos, talleres, salidas, piscina y actividades varias con una perspectiva socioeducativa e integradora. Este año, por primera vez, cada una de las tres entidades de ocio promoverá espacios y dinámicas donde poder implicar las familias de los usuarios en algunas actividades. En el caso del casal que desarrolla el Grup Colònies Ca n’Anglada, “los miércoles y los viernes vamos a la piscina de Les Arenes ya que nos han ofrecido el servicio durante dos días a la semana, otro día lo dedicamos a refuerzo escolar y el resto de días hacemos distintas actividades lúdicas, salidas…”, comenta González. Además, asegura que este año “queremos que las familias compartan algunas actividades con sus hijos”.
Tarjetas monedero y becas
Paralelamente a los casales, los servicios sociales municipales, en colaboración con la Creu Roja, vuelven a llevar a cabo el programa de tarjetas monedero para las familias de niños y niñas en situación de vulnerabilidad. Mediante este programa, los beneficiarios disponen de una tarjeta monedero que les permite hacer la compra en establecimientos conveniados, a la vez que participan en acciones de formación en aspectos como el aprovechamiento de la comida, la economía doméstica y la mejora de los hábitos alimenticios. Este año, el proyecto da cobertura 500 niños y niñas de la ciudad.
Los servicios de atención social a la infancia para el periodo estival incluyen también la dotación de becas para los casales convencionales, es decir, los que se han desarrollado durante el mes de julio, con la participación de 1.787 niños y jóvenes del municipio. De estos, 663 (153 más que al año pasado) han contado con una beca para asistir a los casales, que en 313 casos (32 más que el año pasado) han incluido el servicio de comedor.
En total, el Ayuntamiento de Terrassa tiene previsto destinar este verano alrededor de 260 mil euros (30 mil más que el año anterior) a la atención social a niños en situación de vulnerabilidad, entre los casales especiales de agosto, las becas de los casales ordinarios y el programa de tarjetas monedero.