El Ayuntamiento está llevando a cabo obras de reforma del skateparc de Sant Llorenç, el único disponible en la ciudad, después de que sigue pendiente construir un recinto similar en Can Jofresa, uno de los proyectos ganadores en la consulta ciudadana de 2010 para decidir el destino de cuatro millones de euros de los presupuestos.
Las obras son fruto de la necesidad de adecuar un equipamiento que se ha quedado anticuado y que, además, está teniendo un uso muy intensivo. De hecho, la reforma, que durará alrededor de dos meses, obedece a la petición de los usuarios, que hace ya tres años propusieron al Ayuntamiento varios actuaciones de mejora.
Entre las obras incluidas en el proyecto, destaca la construcción de dos elementos que el Ayuntamiento asegura que multiplicarán las posibilidades de maniobra de los usuarios. Se construirá una tarima de cinco escalones, un elemento habitual en muchos skateparcs. También colocarán otro elemento típico de estas instalaciones: dos rampas enfrentadas con un espacio de separación de un metro entre ambas.
Además de estas incorporaciones, también está prevista la eliminación de parte de los muros que hay en la parte central para así ganar espacio para patinar en la parte interior. Finalmente, se aprovechará para hacer una reparación general del pavimento en los puntos en los que el uso lo ha deteriorado más. Los trabajos se han encargado a la empresa Eurocatalana Obres i Serveis S.L, por un importe de 24.429 euros.
El colectivo skater de Terrassa se muestra "agradecido" por las mejoras que aplicará ahora el ayuntamiento, pero continúa reivindicando la construcción de un recinto nuevo en Can Jofresa. "Estamos contentos de que se hagan reformas, pero éste es un skateparc de barrio. Necesitamos el skateparc de Terrassa. No nos olvidamos del otro proyecto", reivindica Rubén Borrego, de Egaraskate. Su compañero, Eduard Castillo, que fue el interlocutor con el Consistorio durante la redacción del proyecto para construir las nuevas instalaciones de Can Jofresa, está muy disgustado porque nunca se llevase a cabo. "Lo que hacen ahora son remiendos, cuando lo que necesita la ciudad es un skateparc nuevo y grande al que puedan ir los chavales más pequeños porque muchos de los que viven en el centro no pueden ir hasta Sant Llorenç", comenta.
Castillo afirma que las grandes ciudades de Catalunya disponen de skateparcs "en condiciones" y considera que con 24 mil euros podrían llevarse a cabo obras de más envergadura que las que va a acometer el Ayuntamiento. En este sentido, Borrego lamenta que el Consistorio no haya contado con su opinión para buscar empresas expertas en la construcción de instalaciones para patinar que podrían sacarle más rendimiento a la inversión municipal.
Seis años de espera
La construcción de un nuevo skateparc resultó ser uno de los proyectos ganadores de la consulta ciudadana de 2010. El proyecto pasó por varias vicisitudes. Debía habilitarse en el Parc de Vallparadís, pero las quejas vecinales por posibles ruidos llevaron al equipo de gobierno a cambiarlo a Can Jofresa. La decisión se tomó en 2011, pero en 2013, el alcalde, Jordi Ballart, anunció que la construcción de un espacio para patinadores se guardaba en un cajón a la espera de que la situación económica del Ayuntamiento mejorase. De momento, el proyecto sigue sin tener fecha en el calendario.
El skateparc de Sant Llorenç es un recinto con 21 años de antigüedad. Se construyó en 1995, y en 2013 ya se hicieron varias reformas para remodelarlo, sufragadas por el Ayuntamiento y los usuarios. Está ubicado entre la avenida del Vallès y la calle del Montcau y abarca una superficie de 1.100 metros cuadrados.