Con el calor del verano, es muy común sufrir terribles noches de insomnio, en las que poder conciliar el sueño se convierte en un verdadero reto. Las altas temperaturas se transforman entonces en el claro enemigo para el descanso nocturno. Aún estando de reposo en nuestra segunda residencia o de vacaciones allá por algún lejano destino, el intenso calor también puede afectar a la calidad del sueño.
De hecho, dormir bien en lugares ajenos a nuestro hogar o adaptarnos a los nuevos horarios en el sitio de veraneo puede complicar el descanso durante los primeros días de nuestra estancia. El conocido como "efecto de la primera noche" suele repercutir de forma negativa en la mayoría de adultos.
Para dormir mejor en tales circunstancias, el hotel Barceló Isla Canela ofrece algunos consejos:
Una alimentación reparadora. Lo que comamos antes de descansar afectará a la actividad cerebral y, en consecuencia, a la calidad del sueño. Los alimentos frescos y ligeros, como son las frutas, las verduras y los pescados resultan muy aconsejables para completar la dieta pre-sueño. Como son poco pesados nos ayudarán en nuestro objetivo.
Un sueño "fitness". Uno de los principales estímulos a la hora de hacer ejercicio es la sensación de descanso y somnolencia que provoca después. Actividades como el "kitesurf", que unen mar y viento, son ideales para mantener el cuerpo activo y a la vez relajar la mente para prepararla antes de dormir.
El poder de las ventanas. En muchos casos, el "efecto de la primera noche" se produce porque la habitación se encuentra mal ventilada. La solución pasa por dormir con las cortinas bajadas para que la incidencia del sol por la mañana sea menor, y por mantener las ventanas abiertas par dar al cuarto el olor y el frescor de la brisa del alba.
Un baño en el mar. Resulta un buen aliado. Si disfrutamos del agua salada por la tarde, el baño disminuirá la cantidad de adrenalina del cuerpo, un factor que permitirá afrontar toda la noche en un estado de una mayor relajación.