La entrada en servicio de las tres nuevas estaciones de Ferrocarrils en Terrassa celebra su primer año con un nuevo récord de viajeros en la ciudad. La compañía ha hecho balance de los primeros doce meses de la prolongación, periodo en que la S1 ha visto como la demanda en Terrassa aumentaba un 50,7%.
El 28 de junio de 2015 el primer tren realizaba el recorrido inaugural por el subsuelo de Terrassa, que por primera vez estrenaba una línea de metro que cruzaba la ciudad de sur a norte. Desde esa fecha, la cifra de viajeros no ha dejado de aumentar y ya supera la barrera de los 3 millones de pasajeros anuales. De julio a julio han subido y bajado al tren en Terrassa 3.347.369 personas. El año anterior los pasajeros procedentes o con destino a la ciudad que se desplazaron en Ferrocarrils fueron 2.2 millones.
La estación Terrassa Rambla sigue siendo la más concurrida. Más de 1,5 millones de viajeros utilizan el apeadero del centro de la ciudad para sus desplazamientos a otros destinos vallesanos o a la Región Metropolitana. También como estación de referencia para sus trayectos a otros puntos de la ciudad.
Lejos de perder protagonismo, la estación de la Rambla ha reforzado su liderazgo tras la entrada en servicio de tres nuevas estaciones de FGC. Aunque ha perdido parte de los usuarios que antes se desplazaban desde otros puntos y ahora disponen de una estación más cercana, el aumento global de viajeros ha compensado ese retroceso en la demanda.
La estación de la Rambla d’Egara sigue siendo parada de referencia para quienes se desplazan al centro de la ciudad por trabajo, compras, gestiones, ocio y estudios.
En el primer cómputo anual de la prolongación de FGC, las estadísticas confirman la consolidación de la estación Vallparadis Universitat como la segunda más frecuentada, después de Rambla. Desde julio de 2015, 852.399 personas han pasado por la nueva instalación, la mayoría de ellos estudiantes del Campus Universitari de Terrassa, aunque también usuarios del Hospital Universitari de Mútua y de los equipamientos culturales de la zona.
Le sigue la Estació del Nord, intercambiador con Renfe. Más de medio millón de personas han llegado o salido de esta parada durante el último año. La última plaza es para la estación de Nacions Unides, en el sector de Can Roca, con 393.115 viajeros.
Desde las primeras mediciones, Ferrocarrils de la Generalitat detectó que la prolongación de Terrassa no solo había disparado el número de usuarios en la ciudad. La nueva oferta había repercutido también en un aumento de viajeros en el global de la S1.
Cumplido el primer año, el Metro del Vallès ha ganado 2.530.040 pasajeros, superando la cifra de 34 millones al año. Un 72 % de la nueva demanda corresponde a la prolongación de Terrassa, concretamente 1.835.097 pasajeros.
Más frecuencias
El primer año de funcionamiento del metro ha revolucionado la movilidad en la ciudad. Las lineas de autobús han reajustado sus recorridos para favorecer la conexión y la sincronía horaria con las nuevas estaciones. También se han tenido que afrontar ajustes en la accesibilidad y dar respuesta a la saturación de usuarios en horas punta.
La nueva oferta ha disparado la demanda especialmente a primera hora de la mañana, coincidiendo con los desplazamientos laborales y por estudios. Durante los primeros meses, la demanda fue tal que algunos usuarios recurrieron a la picaresca para asegurarse asiento, subiendo al tren minutos antes en dirección norte y haciendo transbordo, para llegar a Rambla con plaza garantizada.
Los colapsos en hora punta provocaron quejas y en mayo Ferrocarrils añadió dos frecuencias a primera hora de la mañana, cuando se concentra el mayor número de pasajeros. El anuncio lo hacía el conseller Josep Rull en la estación Terrassa Rambla, coincidiendo con el bautizo de un tren con el nombre del arquitecto local Lluis Muncunill.
Por la S1 pasan una media de 32 trenes cada hora. La infraestructura es de una sola vía y la línea roza el límite de su capacidad.
Las autoridades ferroviarias aseguran que será prácticamente imposible incorporar más trenes y más vagones. Los tiempos entre convoys están muy ajustados y los convoys circulan con el máximo de 4 vagones compatible con las estaciones. Incorporar más elementos implicaría que parte del vehículo quedaría fuera del anden.
En ese contexto, Ferrocarrils de la Generalitat está introduciendo ajustes en la señalización que le permitan ganar capacidad a la línea. El desdoblamiento de vías no está en el calendario político y tampoco la ampliación de Provença ni de la cola de maniobras de Plaça de Catalunya, donde llega un tren cada 112 segundos.
Ahora, los sistemas avanzados de señalización automática y sin conductor otorgan un ajustado margen de mejora. Los nuevos dispositivos permiten fracuencias de 90 minutos.