El conseller de Territori i Sostenibilitat, Josep Rull, anunció ayer su intención de llevar al Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) al juzgado si no lleva a cabo las inversiones pendientes en Rodalies. La situación de la red ferroviaria catalana es "inaceptable", afirma el conseller, que anuncia para otoño la presentación de un contencioso administrativo ante la Audiencia Nacional por "la inactividad de la administración".
Territori presentó a mediados de junio un requerimiento a Adif en el que pidía que ponga la infraestructura en condiciones para que la Generalitat pueda prestar el servicio con fiabilidad. "A no ser que respondan antes, tenemos tres meses para presentar el recurso", en el que se reclamará la inversión de los 4 mil millones del Pla d’Infraestructures de Rodalies 2008-2015 y los 306 millones que debían destinarse a actuaciones prioritarias.
Rull hizo el anuncio ayer durante la firma de un manifiesto que secundan la Associació Catalana de Municipis, la Federació de Municipis de Catalunya y el Ayuntamiento de Barcelona. Se escenificaba así el frente común del mundo local y el Govern para reclamar al Estado que invierta en Rodalies.
"Enviamos un mensaje claro y es que ya basta: queremos respuestas y soluciones", dijo el conseller Rull Territori denuncia que "la puntualidad ha caído de manera inaceptable a causa de la severa falta de inversiones en el sistema ferroviario titularidad de Adif".
Del Pla de Rodalies comprometido se ha invertido un 10%, del programa de actuaciones prioritarias apenas un 2% y de las inversiones presupuestadas por Adif para 2015 sólo se han ejecutado un 25%.
El manifiesto suscrito ayer por el mundo local y el Govern denuncia que la falta de inversiones ha provocado una pérdida de fiabilidad del servicio, sometido a constantes incidencias, averías y retrasos.
El documento rechaza además abiertamente la propuesta de nuevos horarios que Renfe Operadora trasladó en junio a la Generalitat para adecuar el servicio a la situación actual de explotación. "Los nuevos horarios suponen de forma general un incremento de los tiempos de viaje de todas las líneas y consolidan los retrasos actuales", denuncian el govern y los municipios. Su manifiesto insta al Estado a desactivar "con carácter urgente" las limitaciones temporales de velocidad para garantizar "un servicio digno".
Rull explicó ayer que la falta de fiabilidad de Rodalies y de los trenes regionales, que registraron puntualidades del 84% y el 49% durante el primer cuatrimestre de 2016, "no es un problema de las instituciones catalanas, es un problema de los ciudadanos, que están sometidos a un servicio impresentable".
Frente a las constantes incidencias, la Generalitat no tiene capacidad para abrir expedientes sancionadores a Adif, explicó ayer Rull, cuyo departamento estaría "todo el día sancionando, porque tenemos acreditada su responsabilidad". Así las cosas "si no lo podemos hacer negociando lo haremos por la vía judicial".
El manifiesto traslada la petición al Estado de que complete el traspaso de Rodalies cediendo toda la infraestructura (vías y estaciones) a la Generalitat, mediante la segregación de la red ferroviaria general para asumir así la administración autonómica la totalidad de competencias sobre el conjunto del sistema ferroviario catalán.
Conocedores, mejor que nadie
Las entidades municipalistas manifestaron ayer de forma expresa su apoyo al Govern en el pulso con Adif. "Los representantes del mundo local estamos aquí para dar apoyo a la exigencia al Gobierno del Estado para que cumpla sus obligaciones -comentó Rosa Maria Perelló, vicepresidenta de la Associació Catalana de Municipis-, y para que nuestros vecinos tengan un servicio ferroviario digno. Desde los ayuntamientos, conocedores de la realidad mejor que nadie, hacemos esta exigencia porque no podemos tolerar los perjuicios que provoca el mal funcionamiento de este servicio".
En términos similares se expresó la vicepresidenta de la Associació de Municipis de Catalunya, Laura Campos. La alcaldesa de Montcada recordó que las constantes incidencias del servicio de Rodalies y de los trenes regionales llevan a la ciudadanía a decantarse por el vehículo privado, "lo que incrementa la contaminación". "Los retrasos en Rodalies impiden el desarrollo económico del país", añadió.
Con este gesto, el mundo local se erige en un nuevo frente de presión ante las autoridades ferroviarias del Estado. El conseller Rull ya anunció en su toma de posesión que sería el "corcó" de Adif y Renfe. Desde entonces ha dejado sentir su queja en las reuniones con representantes de la administración central y coincidiendo con cada incidencia en la red ferroviaria.
El traspaso global del sistema que reclama la consellería de Territori i sostenibilitat, ahora de la mano del municipalismo catalán, incluye "el control de los trenes, de las vías, de las estaciones y de las catenarias, porque hemos acreditado que podemos hacerlo mejor".