Todos hablan de ello. Pokémon Go ha revolucionado el mundo entero. Este videojuego de realidad aumentada para dispositivos móviles iOS y Android ha desatado la locura entre aficionados a la saga de animación y a los videojuegos de todo el mundo. Y Terrassa no se ha quedado al margen. Numerosos egarenses recorren estos días las calles y parques de la ciudad en busca de pequeñas criaturas a las que capturar. Y es que una de las novedades de este videojuego, que mezcla el mundo real con el virtual, es que no se juega en el sofá sino en calles, parques, playas y otros enclaves del mundo real, que aparecen reflejados en la pantalla del jugador y donde se ocultan los personajes ficticios.
En Terrassa, el Parc de Sant Jordi y, sobre todo, el de Vallparadís son las dos ubicaciones preferidas para los pokémon. Allí, los usuarios terrassenses han capturado varios pequeños monstruos. Aun así, las criaturas pueden encontrarse por toda la ciudad: al lado de casa, cerca del trabajo o en los alrededores de tu supermercado habitual.
Aunque en España el juego salió de forma oficial el 15 de julio, algunos usuarios se descargaron la aplicación antes de que estuviera disponible en el país. Es el caso de los tres jóvenes que administran la página de Facebook “Pokémon Go Terrassa”, que suma 360 “me gusta”, una cifra que aumenta día a día.
Jou González, Andrés Mejía y Felipe Orellana decidieron abrirla con la intención de crear un espacio virtual de reunión para la comunidad de jugadores de Terrassa. “Buscamos si existía alguna página porque queríamos jugar con más gente. Cómo no había ninguna, la creamos nosotros”, cuenta Mejía. Allí comparten todo tipo de información sobre el videojuego (los sitios en los que han encontrado pokémons de mayor categoría, artículos y vídeos relacionados, novedades, consejos, etc.) y responden las dudas de los usuarios. Además, organizan quedadas de jugadores en Terrassa. “Al principio éramos cinco pero fue viniendo más y más gente y terminamos siendo cuarenta personas andando por Vallparadís”, explica Orellana sobre la primera quedada que hicieron y que tuvo lugar el día del lanzamiento del juego en España. Desde entonces, han organizado muchas más y cada vez son más personas. “A parte de las quedadas, la gente del grupo queda esporádicamente en sus barrios”, señala Mejía.
Conocer a gente nueva
“Hay gente que no era demasiado sociable y con el juego salen más de casa y hacen amigos”, comenta González. Tanto él, como los otros dos administradores de la página y Tamara Bueno, Marta Trullo y Alejandro Villafranca, que también son usuarios del juego, consideran que Pokémon Go ayuda a conocer a gente nueva. “Yo no conocía a nadie del grupo y entré en la página de Facebook para poder quedar con más gente para jugar”, explica Trullo. “Muchas personas llevan amigos suyos a las quedadas y esto hace que la comunidad vaya creciendo”, añade la joven egarense.
Todos coinciden en qué no hay un perfil concreto de usuario. “Todo el mundo juega”, dicen. Aun así, Bueno cree que la mayoría son mayores de edad. “Según las estadísticas de Facebook, los que visitan nuestra página son personas de entre 18 y 25 años”, detalla Mejía. En este sentido, Oriol Boira, profesor de Diseño de Videojuegos en el Centre de la Imatge i la Tecnologia Multimedia (CITM) de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC) en Terrassa, destaca que una de las claves de los videojuegos para móvil que triunfan es la capacidad de gustar a varios perfiles de jugadores. “En el caso del juego que nos ocupa, gusta por supuesto a los fans del mundo Pokémon, también a los que les gusta coleccionar cosas, a los que los gusta explorar, a los que los gusta socializarse y a los que les gustan los juegos rápidos y con una curva de dificultad muy asequible”, cuenta.
“Parte del éxito de Pokémon Go es la nostalgia”, opina Mejía. Y es que la mayoría de usuarios vivieron el fenómeno Pokémon de finales de los noventa y ahora, con el videojuego, pueden revivirlo. “Han acertado mucho en hacerlo similar a lo que era la serie y que puedas encontrar pokémons en tu ciudades gracioso”, opina Orellana.
Tanto los administradores de la página Pokémon Go Terrassa como Trullo, Bueno y Villafranca aseguran que es un juego que les ha enganchado. “Siempre que puedo, juego”, menciona Trullo. “Si sales a pasear al perro, sacas el móvil y juegas. No hace falta estar siempre pendiente. Si tienes las notificaciones activadas, cada vez que te topas con un pokémon, el móvil vibra. No tienes que estar mirando la pantalla constantemente”, comenta la chica.
El juego a nivel técnico
Como punto negativo, el videojuego gasta mucha batería en el dispositivo donde está instalado. “El otro día fui a comprar una batería recargable para el móvil y estaban agotadas”, destaca González. Para no quedarse sin, Villafranca apunta que puedes poner la aplicación en modo ahorro, descargarte el mapa, desactivar el wifi y el bluetooth y bajar el brillo de la pantalla.
Por su parte, Boira explica que “a pesar de que a nivel de uso pueda parecer sencillo, el trabajo que hay detrás es muy grande, tanto a nivel de aquello que se ve (los mapas, los pokémon…), como aquello que no se ve (algoritmos que hacen que se pueda jugar por todo el mundo)”. El profesor reconoce que “no se puede descartar que surja algún problema de seguridad, pero como en todas las aplicaciones hay que confiar en la empresa que hay detrás”. “En este caso, Nintendo es bastante grande y con experiencia, y es la primera interesada en que no haya problemas”, asegura Boira.
Por otro lado, recuerda que “todavía no hace un mes que ha salido, y ya es el videojuego que ha ganado más usuarios en un periodo más corto de tiempo”. “Esto es un mérito excepcional”, asegura. El juego “está diseñado para que evolucione en el tiempo, tiene ingredientes para que el éxito perdure en el tiempo, con posibilidades de progresar, acontecimientos y todo aquello que pueden añadir a tiempo real para dinamizar la comunidad inmensa de jugadores que ya tienen ganados y no para de crecer”, apunta el experto. Así pues, parece que la fama de Pokémon Go no terminará dentro de unas semanas sino que permanecerá durante algún tiempo más.
