Terrassa da un paso más para convertirse en una ciudad sostenible e inteligente. En el marco del proyecto Terrassa Energia Intel·ligent, el Ayuntamiento pone en marcha un nuevo proceso para mejorar la gestión de los servicios energéticos municipales durante los próximos 15 años. Este nuevo proceso incidirá en cuatro ámbitos: alumbrado público, eficiencia energética en edificios, generación de energía renovable y renovación de la flota de transporte público municipal.
El pleno municipal del Ayuntamiento de Terrassa aprobó ayer el proceso de adjudicación del contrato para la mejora de los servicios energéticos municipales. La empresa que se haga con el contrato, por quince años, deberá llevar a cabo un proyecto que se basará en los tres primeros ámbitos.
La finalidad del Consistorio es lograr un ahorro energético y económico de 1,3 millones de euros y una reducción de las emisiones de CO2 en la ciudad en más de cuatro mil toneladas anuales -sin tener en cuenta la previsión de reducción de emisiones que permitirá la puesta en marcha de los nuevos autobuses híbridos-, de acuerdo con las directrices del Fondo Europeo de Eficiencia Energética y del Pacto de Alcaldes por el Clima y la Energía. El Ayuntamiento quiere, así, avanzar hacia una ciudad más sostenible e inteligente, según explicó ayer el alcalde de la ciudad, Jordi Ballart. El primer edil destacó que se trata de un “proyecto innovador” en Catalunya, del mismo modo que aseguró que ayudará a mejorar la calidad de vida de los terrassenses.
Leds y placas fotovoltaicas
La empresa concesionaria deberá invertir el primer año 14,5 millones de euros, de un total de 30 millones más IVA, para llevar adelante el proyecto. Algunas de las medidas que se incluirán serán la instalación de plantas fotovoltaicas en cinco escuelas y siete edificios municipales y la implementación de la tecnología led en la iluminación interior de los equipamientos municipales y en todo el alumbrado público exterior, es decir, la renovación de los 30 mil puntos de luz y 412 cuadros de alumbrado de la ciudad.
También se realizarán inversiones para la instalación de una red de comunicación de fibra óptica y se sustituirán todos los elementos deteriorados por uso, envejecimiento o cualquier otra causa, entre otras acciones previstas.
Ballart señaló que este proceso, que “supondrá un gran avance para el cuidado del medio ambiente”, generará un ahorro energético y económico de 1,3 millones euros anuales. “Lo que debemos destacar de este proyecto es que es esencialmente medioambiental y que no incluye implicación presupuestaria por parte del ayuntamiento”, mencionó el socialista. “Todo esto demuestra que para el gobierno municipal este concepto de ciudad inteligente no es una moda sino que es un modelo de ciudad por el que hemos apostado con total convencimiento con el objetivo final de mejorar el bienestar y la calidad de vida de los ciudadanos”, recalcó el alcalde.
Las empresas interesadas podrán presentar sus ofertas hasta el 30 de septiembre. Según anunció Ballart, la intención del ejecutivo municipal es poder hacer la adjudicación antes de finalizar el año para que las primeras acciones empiecen a partir de 2017.