Un humorista americano llamado Jason Sáenz empapeló Nueva York con unos carteles en los que pedía la colaboración ciudadana para averiguar qué había pasado con "True detective". La serie creada por Nic Pizzolatto triunfó en su primera temporada pero fracasó en la segunda y ahora mismo el guionista, aunque tiene contrato hasta 2018, no sabe si tiene que ponerse a escribir los capítulos de la tercera o no hace falta.
Pizzolatto elaboró en 2012 los ocho capítulos de la primera temporada en apenas tres meses. En principio, era una novela de más de quinientas páginas basada en unos crímenes reales acontecidos en Louisiana entre los años 1999 y 2003 pero prefirió convertirla en serie de televisión. Tras vender los guiones, continuó muy implicado en el proyecto. Incluso apareció en el capítulo 4 interpretando un pequeño papel. Desde el principio tuvo muy claro que el rodaje debía efectuarse en pueblos "siniestros" en los que hubieran sucedido cosas terribles para captar su atmósfera malsana. Contó con la complicidad del director Cary Fukunaga, que sustituyó al inicialmente previsto Alejandro González Iñárritu. Fukunaga consiguió el trabajo porque, como él y Pizzolatto estaban representados por la misma agencia de "management", su agente fue el primero en enterarse de que el puesto de director había quedado vacante.
Con lo que no contaron fue con el mal tiempo en Louisiana, que alargó el rodaje hasta los cien días. También influyó en los retrasos el perfeccionismo del director que, por ejemplo, mandó repetir trece veces el famoso plano-secuencia (escena rodada sin cortes) de 6 minutos del capítulo 4. En las primeras tomas hubo problemas técnicos, pero la cuarta salió bien y, sin embargo, al director siguió repitiendo. Sí, se trata del famoso plano-secuencia que La Sexta cortó para emitir un bloque de ¡siete minutos! de publicidad. Tanto trabajo para nada.
Con tanto perfeccionismo, sorprende que en una secuencia se rompa el faro de una camioneta y que continúe roto en otro plano que se supone que transcurre… diez años después. A lo mejor se trataba de alguno de los mensajes ocultos que los "fans" aseguran que andan repartidos por toda la serie. Por ejemplo, en la taza que McConaughey utiliza como cenicero se lee "big hug mug" pero, según los "fans", es un anagrama de "humbug gig", que significa "persona que miente más que habla", aunque Pizzolatto lo ha negado.