Terrassa

El seísmo de 3,2 grados se dejó notar con leves vibraciones

Apenas un leve temblor en el suelo, una vibración en los cristales de las ventanas o un ruido inusual. El seísmo de 3,2 grados en la escala Richter que sacudió el Vallès Occidental el sábado por la noche sin causar daños fue percibido levemente por algunos vecinos.

Pasaba un minuto de las nueve y media de la noche del sábado cuando el Institut Cartogràfic i Geològic de Catalunya registró un pequeño terremoto de 3,2 grados de magnitud que tenía el epicentro a unos 10 kilómetros de profundidad en un punto situado entre Terrassa, Matadepera, Mura y Vacarisses. El seísmo, aunque muy leve, señalan desde el instituto catalán podría haberse notado, además de en el Vallès Occidental, en el sur del Bages, el norte del Baix Llobregat, en el Vallès Oriental o incluso en alguna localidad del Maresme.

En Terrassa, parece que fueron que fueron pocos los vecinos que se percataron de que algo se movía bajos sus pies. Hubo una llamada a la Policía Municipal de un vecino de Torre-sana explicando que algo había notado. Otros tres egarenses alertaron a Bombers; curiosamente, las tres llamadas, así como la registrada en policía local, procedían del este de la ciudad: de la zona de Torre-sana y de La Grípia-Les Arenes-Can Montllor.

El teléfono 112 recibió un total de ocho llamadas desde el Vallès Oriental (Caldes de Montbui), Bages (Manresa), Vallès Occidental (Sabadell, Castellar del Vallès y Matadepera, pero ninguna de Terrassa) y Maresme (Montgat).

El leve movimiento terrestre no causó heridos ni daños materiales, y, más allá de atender las llamadas recibidas, no propició ninguna actuación de los equipos de emergencia. Protección Civil de la Generalitat puso en prealerta el plan Sismicat durante las primeras horas, hasta comprobar que el terremoto no había provocado daños de ningún tipo.

Actividad sísmica muy débil
El Institut Cartogràfic i Geològic de Catalunya ha recibido desde el sábado por la noche 150 respuestas a la encuesta colgada en su página web sobre la percepción del terremoto. La mayoría hacen referencia a pequeñas vibraciones y ruidos, propios de un grado de intensidad muy bajo, señalan. A la espera de analizarlas individualmente, el instituto explica que ha sido un movimiento de baja intensidad.

Las mismas fuentes señalan que Terrassa y el conjunto de la comarca están en una zona de actividad sísmica débil (la mayoría de terremotos son de magnitud inferior a 2 y, por tanto, no percibidos por la población), pero que de vez en cuando se registra algún movimiento más moderado que llega a notarse.

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