Terrassa Plaça, el centro comercial que se instalará en el este de la ciudad, junto al hipermercado Eroski, abrirá sus puertas en octubre de 2017 con una afluencia prevista de cuatro millones de visitantes al año. Los datos los dio a conocer ayer Manuel Gonzalo de Ligne, director de desarrollo de Citygrove, el grupo inmobiliario británico que impulsa su construcción y que invertirá un total de 30 millones de euros en el proyecto (quince sólo en edificar el complejo).
La promotora, especialista en el desarrollo de hoteles, parques de ocio y centros comerciales, inició el jueves la construcción de Terrassa Plaça. Se espera que las obras duren alrededor de un año, por lo que el complejo estaría terminado el próximo verano y se inauguraría en octubre. El proceso de construcción generará un impacto económico de 38 millones de euros y creará unos 450 empleos. Previamente, entre marzo y mayo, la empresa local Hercal ha ejecutado los trabajos de demolición de las naves industriales y retirado el fibrocemento que había en la zona donde se ubicará el parque.
Gonzalo de Ligne explicó que una vez inaugurado se estima que el complejo comercial proporcione 1.074 empleos, entre 569 directos, 296 indirectos y 209 inducidos. Dado que la generación de empleo, sostuvo el directivo, “es uno de los principales activos que podemos aportar a Terrassa”, Citygrove tiene intención de ejercer de puente para poner en contacto a los parados de la ciudad con los departamentos de recursos humanos de los operadores que acaben instalándose en el complejo, a pesar de que, obviamente, estas marcas pueden tener sus propias políticas de contratación.
300 mil clientes potenciales
Desde que se diera a conocer el proyecto, el operador británico ha sostenido que su intención es “impulsar la máxima contratación posible de personas de Terrassa”, especialmente de los colectivos en peor situación como los parados de larga duración, los jóvenes o los mayores de 50 años.
Citygrove está convencido del éxito de Terrassa Plaça por las potencialidades que ofrece la ciudad. Gonzalo de Ligne afirmó que “la ubicación es muy buena”, así como las conexiones, que permiten el acceso al recinto en coche, a pie, en bicicleta y en transporte público.
“Creemos que Terrassa tiene un déficit comercial para abordar un área de influencia tan grande”, comentó el direcitov. El público al que pretende atraer Terrassa Plaça son los más de 300 mil habitantes que residen en Terrassa y su área de influencia, a diez minutos en coche (Rubí, Matadepera y Viladecavalls, principalmente). Gonzalo de Ligne aseguró que sus clientes potenciales no están en ciudades como Sant Cugat o Sabadell, con parques comerciales similares al que ellos proyectan.
Respecto a la oferta comercial interna, Citygrove ve en Parc Vallès “un complemento, más que una competencia” porque valoran que esta otra gran superficie comercial está más enfocada al ocio y al outlet.