Aparecieron sanos y salvos, sí, después de casi cuatro días de angustia para sus familiares, pero la desazón no se ha esfumado para los allegados de los dos camioneros, uno de ellos terrassense, retenidos en Francia. Estaban detenidos y han ingresado en prisión, según confirmó ayer un familiar de David Alarcón, el transportista egarense.
La falta de información sobre las causas de la retención tiene desorientados a parientes y amigos de David y su compañero Fernando Augusto, vecino de Mollet del Vallès. El lunes 4 de julio recogieron en Parets una carga de proteínas plasmáticas, un derivado del plasma sanguíneo valorado en un millón y medio de euros, y debían llevar la mercancía a Alemania en un tráiler. El cargamento era propiedad de la multinacional Grifols.
La última noticia de los transportistas la tuvieron sus familias el martes de madrugada, cuando Fernando habló con su esposa. Pasaron las horas y los días, y el miércoles 6 de julio las familias interpusieron denuncias por desaparición ante los Mossos d’Esquadra, que activaron el protocolo pertinente. La Interpol intervino. El tráiler había llegado a Estrasburgo, en el límite de Francia con Alemania, pero no había traspasado la frontera.
El viernes al mediodía se conoció que David y Fernando estaban sanos y salvos, pero en manos de las autoridades francesas. Los allegados de los camioneros respiraron aliviados porque los transportistas no habían sufrido daño alguno. David habló con su mujer el viernes, en una breve conversación, pero se derrumbó entre lágrimas. Una intérprete agarró el teléfono y departió unos segundos con la esposa.
La congoja ha mudado de rostro, pero sigue siendo congoja. Un hermano de David tenía previsto viajar hoy a Francia para tratar de saber qué ha pasado, qué cargos se atribuyen a los camioneros.