En casa, arropada por su ciudad y pletórica de voz, Gemma Humet protagonizó el domingo a las ocho de la tarde un recital emotivo y plagado de poesía, un concierto en el que encandiló al numeroso público congregado en la Plaça Vella, atónito ante la exhibición de la joven interprete y de su banda.
Durante más de una hora, Humet exhibió un amplio repertorio en el que combinó temas propios, poemas musicados (Lorca, Marti i Pol) y algún stándard. También piezas que muestran su compromiso social, como “Les lleis del teu cos”, contra la tiranía de los cánones de belleza, o “Les veus del mar”, una preciosa canción sobre el drama de los refugiados en el que la autora, al piano, sola en el escenario, interpela directamente a la conciencia de Europa. La pieza formará parte del próximo disco de la intérprete, que editará en abril.
A gusto frente a su público, Gemma Humet echó mano a los recuerdos de infancia, también al primer tema que, musicado por su padre, adoptó como propio y que marcó el inicio de una carrera volcada en la interpretación y en la creación. Desde entonces, la joven intérprete se ha consolidado como una de las voces más personales y versátiles de la escena catalana, capaz de tocar todos los estilos e imprimirles sello propio.
Ayer por la tarde, en Terrassa, ante miles de espectadores, Gemma Humet firmó uno de los conciertos más personales de la Festa Major. Ovacionada por el público, la artista se despidió con dos bises y cerrado el recital con un precioso fado, “Despedida”, que sonó a un “hasta siempre”.