Varias mallas envuelven desde ayer la parte superior del edificio del Ayuntamiento. No se trata de un ornamento más en el Raval de Montserrat con motivo de la Festa Major de Terrassa Se trata de una medida de protección para eventuales desprendimientos, de una profilaxis temporal a la espera de una intervención de restauración a acometer en los próximos meses. Lo importante, esta semana, era evitar el peligro para las personas.
No hay riesgo inminente de caída de cascotes, según el Consistorio, pero, por si acaso, mejor prevenir que curar. La actuación de seguridad, ejecutada en dos días, el miércoles y ayer, es consecuencia de otra actuación, de inspección, efectuada a principios de mayo tras el desprendimiento de pequeños fragmentos de unos pináculos en la fachada. La zona de influencia fue acordonada durante varios días y se realizó un examen del edificio. Conclusión, según el gobierno municipal: no existía riesgo inmediato de caída de cascotes, pero era necesaria una rehabilitación.
Mientras el Ayuntamiento estudia las opciones de restauración, ha procedido a instalar mallas de seguridad en los pináculos teniendo en cuenta las aglomeraciones de público previstas durante los festejos que alzan hoy su telón.
El Principal
Las acciones a llevar a cabo en la casa consistorial posiblemente coincidan con las previstas en otro edificio de titularidad municipal: el Teatre Principal, en la plaza de Maragall. El 18 de junio, sábado, se desplomó la cabeza de una estatua en la fachada del teatro de titularidad municipal. El Consistorio, que relacionó el desplome con la granizada que aquella tarde asoló la ciudad, cerró el teatro y analiza las actuaciones a emprender.
El emblemático inmueble data de 1911y fue reinaugurado, tras una profunda remodelación, en el 2011. El edificio del Ayuntamiento fue construido en 1903.