Terrassa

A Santiago, desde Roma

Recorrer los más de dos mil kilómetros que separan Santiago de Compostela de Roma. Este es el objetivo del terrassense Josep Manel Orti, de 65 años, que el jueves emprendió su viaje hacia la capital italiana para empezar ya el sábado su ruta.

Esta no es la primera vez que este vecino del barrio de Sant Pere Nord hace el Camino de Santiago pero si la ocasión en la que parte de un punto más lejano a su destino. Hace tres años, cuando Josep Manel se jubiló, decidió recorrer el camino desde Terrassa. Durante 47 días anduvo para llegar a la ciudad donde se encuentran las reliquias del apóstol Santiago el Mayor. A las tres semanas de haber vuelto a Terrassa, viajó a Oporto y peregrinó otra vez hasta Santiago. No cansado de haber andado ya dos veces hasta la capital gallega, hace dos años hizo la ruta primero desde Cádiz y más tarde pasó ocho días en el camino junto a su nieto, momento que recuerda como "una experiencia muy bonita". Además, el año pasado recorrió el Camino de la Costa Norte.

"El Camino de Santiago engancha", asegura Josep Manel, que explicaba antes de partir que desde que finalizó el Camino de la Costa Norte ya tenía pensado volver a Santiago iniciando el itinerario en Roma. "A los amigos que hice durante el camino ya les decía que yo este año haría el camino desde Roma". Y dicho y hecho. Josep Maviajó el jueves hasta Italia y el sábado empezó la ruta hacia Santiago de Compostela. Para llegar a su destino pasará por una parte de la Via Francigena (que va desde Canterbury a Roma), llegará hasta Turín, se dirigirá a los Alpes, bajará hasta la Vía Domitia (de Montgenèvre a Arles), recorrerá el Prepirineo pasando por Montpelier y Toulouse, y entrará a España por Irún, punto en el que volverá a transitar por el Camino de la Costa Norte hasta llegar a Santiago de Compostela.

Como en todas las ocasiones anteriores (excepto cuando lo acompañó su nieto), hará el camino solo. "A veces es para encontrarte a ti mismo, otras porque tienes ganas de emprender un camino en solitario pero siempre llega un punto en el que solo no te encuentras. El segundo o el tercer día ya coincides con varia gente y luego decides si continuar solo o acompañado. Es verdad que hay momentos en los que necesitas estar con alguien, del mismo modo que hay días en los que no te apetece ir con nadie", explicaba el peregrino. "Te encuentras a ti mismo, los pensamientos vienen solos, no te das cuenta y vas haciendo. Además, encuentras una paz y una tranquilidad que aquí es imposible tener", destacaba.

Entre 20 y 30 kilómetros diarios
Caminará una media de entre 20 y 30 kilómetros diarios o, lo que es lo mismo, unas siete horas. "Las etapas las haces un poco a tu medida conforme a como te vas sintiendo. Igual un día ves que hoy tienes que recorrer 20 kilómetros y mañana 15 más pero te encuentras con muchas fuerzas y decides hacerlo todo de tirón. Todo depende de como te sientas y de las condiciones meteorológicas porque puedes encontrarte de todo", comentaba el terrassense, cuya intención es llegar a Santiago de Compostela en tres meses o un poco más. "Cuando es tanto tiempo no puedes ponerte un objetivo de días pero la idea es llegar la última quincena de septiembre", especificaba. "De momento lo tengo muy claro. Creo que cuando empiece será como los otros caminos que he hecho. La única diferencia será el idioma pero con mapas, información y GPS lo haré", explicaba seguro de si mismo, antes de viajar a Italia.

Pasará las noches en albergues, monasterios, conventos y casas de particulares que ofrecen sus hogares a los peregrinos, entre los que hay mucho compañerismo, un "sentimiento de ayuda al prójimo que es muy bonito", opina Josep Manel, que durante los caminos que ha hecho ya ha encontrado todo tipo de gente, de culturas y lugares muy distintos, lo que considera "muy enriquecedor". "Haces amistades pero es una amistad del camino. Que después está amistad continúe es difícil. He hecho amigos con los que estoy en contacto pero para la mayoría el camino es una cosa y la vida privada y el día a día, otra", contaba antes de empezar su nuevo reto.

Aunque los meses durante los que peregrinará son los más calurosos del año, ha escogido estas fechas para no encontrar mucha nieve en los Alpes. "Durante el camino puede que llueva mucho y los caminos estén inundados. La gente de los pueblos ya te avisa y debes hacerle caso. Cuando ocurre esto debes ir por carretera. El asfalto es muy engorroso pero es la opción más factible", explicaba Josep Manel, que aunque durante las rutas anteriores ha encontrado algunas veces obstáculos físicos nunca ha tenido dificultades psicológicas.

En una de sus peregrinaciones se le infectó la pierna a causa de una picadura de mosquito pero no desistió. "Te pueden doler los pies, tener ampollas o lo que sea pero hay no se qué que hace que no abandones. Irás más rápido o más despacio pero aguantas. Hay alguna cosa que hace que sigas hacia adelante. Nunca he tenido ganas de dar la vuelta, coger el tren e irme a casa; todo lo contrario", aseguraba Josep Manel, a lo que añadía que "la gente de los pueblos, que no te conoce de nada, te ayuda mucho, mucho y esto te llena porque ves que la gente no es tan mala como a veces pensamos".

Más información
Puedes seguir el día a día de la peregrinación en el blog misendero2016.blogspot.com.es

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