Había marihuana en una casa "ocupada". Nada original: la policía ha descubierto en los últimos meses varias plantaciones en edificios de esas características. Lo insólito en el nuevo descubrimiento, realizado el miércoles por la noche en Ca n’Anglada, radica en que el inmueble del cultivo estaba tapiado, en que los cultivadores entraban en la casa por una serie de conexiones internas. La Policía Municipal detuvo a tres sospechosos y se incautó de unas doscientas plantas.
Todo empezó con llamadas de testigos que habían visto a un individuo caminando por el tejado de un bloque de pisos situado en la calle de Sant Damià. Un bloque con viviendas tapiadas. Aquel tipo que transitaba por los tejados quizás preparaba una ocupación.
El olor y la luz pinchada
Acudieron varias dotaciones policiales. Eran las 11.20 de la noche. Los agentes inspeccionaron la zona, incluidos unos terrados, pero no observaron nada anómalo. Al menos, al principio. Sí apreciaron después que unos pisos tapiados estaban iluminados. Y percibieron un olor inequívoco a marihuana.
Seguramente había, pues, una plantación de cáñamo. Pero, ¿cómo se entraba en el inmueble, con la puerta principal y las ventanas convertidas en tapias? Desde un piso colindante.
Los policías lograron acceder a uno de los pisos, al que se podía penetrar por una serie de conexiones desde otro balcón. El olor a maría se acrecentaba. El comedor estaba lleno de plantas, con focos, sistema de extracción y humidificadores; la electricidad estaba pinchada. Parecía que allí no había nadie, pero tres individuos intentaron escabullirse en presencia de los agentes. Una dotación policial los interceptó y los detuvo.