“Para luchar contra la violencia, la mejor arma que tenemos es el amor”. Así concluyó el manifiesto que Marta Casado, de la entidad LGTB Terrassa, leyó ayer al atardecer en el plaza dels Drets Humans, frente a la Casa Baumann. Acto seguido, un minuto de silencio roto por sentidos aplausos puso el punto y final a la convocatoria que la agrupación había hecho para invitar a la ciudadanía a expresar su rechazo por la masacre perpetrada en Orlando, Estados Unidos, durante el pasado fin de semana. Decenas de terrassenses respondieron a la llamada.
Según el balance de ayer por la noche, 49 personas murieron y 53 más resultaron heridas en un local nocturno de ambiente gay de la ciudad norteamericana. Fue en la madrugada del sábado al domingo, cuando Omar Mateen, un estadounidense de 29 años y de padres afganos, irrumpió a tiros en el club.
Aquella noche, en una llamada a la policía, el atacante juró fidelidad al Estado Islámico, que horas después de la matanza se afanó en reivindicar la acción. Es el atentado más mortífero cometido en Estados Unidos desde los ataques contra las torres gemelas de 2001.
Repulsa
En una nota hecha pública horas después de la tragedia, LGTB Terrassa ya expresó su condena y rechazo “con la máxima dureza a la violencia, el odio criminal y homófobo”, ante “un atentado perpetrado por un hombre asesino -afirmaba el texto-, con total menosprecio a la vida humana”.
El Ayuntamiento de Terrassa también convocó ayer al mediodía un minuto de silencio ante el Consistorio en repulsa por el atentado. Además, la bandera arco iris (representativa del colectivo de lesbianas, gais, transexuales y bisexuales) ondeó durante todo el día a media asta en el Raval de Montserrat.