Fractura de clavícula y de fémur, fracturas múltiples de costillas. Y lesiones cerebrales severas que han generado a la pequeña un retraso madurativo, tanto cognitivo como motriz, y déficit visual aún no concretado. La niña “va a requerir seguimiento continuado y cuidados especiales durante toda su vida”, dicen las acusaciones que han elaborado la escalofriante lista de lesiones sufridas por una bebé de apenas 50 días y que acusan de tales lesiones y secuelas a los padres de la criatura. El fiscal y la acusación representada por la Generalitat aseguran que la pareja maltrataba a la niña, que le propinó palizas. La sección 22 de la Audiencia Provincial juzgará el caso el jueves próximo.
Vino al mundo la pequeña en enero del 2015. Pasó siete días en la incubadora. El 3 febrero le dieron el alta y los padres, de 34 años él, de 33 ella, se la llevaron a la casa de Sant Pere donde vivían. El 19 de marzo, jueves, los Mossos d’Esquadra detuvieron a los dos jóvenes después de que la cría fuese explorada en un hospital. Los progenitores la habían llevado al centro sanitario, en principio, por una enfermedad común, pero en la revisión el personal médico vio algo más, síntomas de fracturas óseas compatibles con una agresión. Se activó el protocolo habitual y unos mossos acudieron al hospital y hablaron con los facultativos. Al rato, los padres estaban detenidos y la Direcció General d’Atenció a la Infancia i l’Adolescència (DGAIA) se había hecho cargo de la guarda y custodia de la niña, que quedó ingresada. Los detenidos salieron en libertad de los Juzgados, con cargos, pero en noviembre, tras una nueva comparecencia judicial, el juez decidió su entrada en prisión.
El fiscal, que pide una pena de doce años de prisión para cada acusado por un delito de lesiones y otra de seis meses por abandono, afirma que la pareja no prestó a la hija la atención debida: no la llevó al médico “al ocasionar las lesiones”; los padres no la estimularon como debía “y no la alimentaron suficientemente”.
La Generalitat concluye que los acusados golpearon “indistinta y violentamente” a la hija en varias ocasiones y califica los hechos de un delito de violencia física habitual, un delito de lesiones y un delito de abandono de menores. En total, reclama más de quince años de prisión y, como la Fiscalía, que los procesados no vean a su hija, ni se acerquen a ella, durante veintidós años. Y que le paguen una renta vitalicia de mil euros al mes.
La pareja niega los hechos
Los acusados niegan su responsabilidad. El padre explicó que la niña se cayó del sofá y que no dijo nada a la madre por miedo.
La madre manifiesta que se preocupaba por el bebé, que lo llevaba al pediatra en las visitas programadas y que expuso al médico del CAP la detección de un bulto en una pierna; y que, cuando ese facultativo le habló de la conveniencia de acudir al Hospital de Terrassa, la pareja así lo hizo. Nada sabía, recalca la madre, de las lesiones luego apreciadas. El abuelo de la niña admitió que un día el perro de la familia se echó encima de la menor cuando yacía en el moisés.