Ayuntamiento y Generalitat están en plenas negociaciones para calendarizar y presupuestar los realojos de la tercera y se espera que última fase del plan de esponjamiento del norte de Ca n’Anglada.
Cuando acabe esta segunda etapa se habrá completado el traslado y derribo de 104 viviendas de cinco bloques. Quedarán pendientes cuatro escaleras más, que suman 80 pisos. Se trata de los números 1 y 3 del pasaje de la Concòrdia; del número 2 del pasaje de la Constància y del número 1 del pasaje de la Previsió. Ambas administraciones están trabajando para que todos estos inmuebles entren en una tercera y última fase, aunque su ejecución puede alargarse varios años. La intención es no detener el proceso que empezó en 2013 y poder consignar una primera partida el próximo año.
Problemas de movilidad
Es probable que el convenio entre el Consistorio y el Incasòl que detalla la financiación y ejecución de esta última fase esté aprobado el próximo mes de noviembre. Se está trabajando con la posibilidad de no actuar por bloques, sino en función de la situación de cada residente, abordando primero los casos que requieren un traslado urgente, como, por ejemplo, quienes tengan problemas de movilidad.
De hecho, esta fórmula se está aplicando en la actualidad. Fruto de un acuerdo con la asociación de afectados, en paralelo a los realojos de la segunda etapa se han producido también once traslados provisionales de pisos incluidos en la última fase. Diez vecinos han ido a parar a Torre-sana, porque han mostrado su predisposición a ir allí de manera definitiva, y otro está en un inmueble de segunda mano.
Se estima que el realojo y derribo de los cuatro bloques que quedan costará alrededor de 7,5 millones. De ser así, el plan de esponjamiento de Ca n’Anglada acabará costando algo menos de lo presupuestado. Los primeros cálculos indicaban que la operación rondaría los 18 millones de euros, pero es probable, indican desde el servicio municipal de Urbanismo, que se rebaje hasta los 16 millones.
