El dueño de un coche estacionado en Can Boada se llevó un sobresalto ayer cuando se enteró de que le habían desaparecido las cuatro ruedas del vehículo.
Alguien se las había robado, al parecer durante la madrugada del martes al miércoles. El automóvil estaba aparcado en la calle de Antoni Maura y la Policía Municipal fue informada de la sustracción poco después. También supo el cuerpo local de, cuando menos, dos robos más en automóviles estacionados. Uno de ellos se encontraba en la calle del Pintor Fortuny, en La Cogullada, y presentaba un vidrio destrozado. Otro estaba estacionado en el paseo del Vint-i-dos de Juliol, en la zona industrial de Ègara. Unos ladrones habían roto un vidrio del vehículo y sustraído diversa documentación del interior.