Terrassa

Dos ángeles rozando el cielo

Carol tiene 32 años, vive en Vacarisses y sus amigos la definen como una chica bien divertida que no tiene miedo a nada. José Antonio, egarense, ha superado ya los 46, y se lleva muy bien con Carol. Él siente muchas ganas de disfrutar de las fiestas de Utrera, en Sevilla, donde tiene raíces familiares. Ambos se conocieron en el centro de parálisis cerebral de Prodis en Terrassa, ya que los dos sufren esta dolencia, que les dificulta la comunicación con los demás y les limita mucho su movilidad en el día a día. Salir a la calle y toparse con un simple bordillo puede convertirse en toda una montaña para ella por su pausado modo de andar. Y también para José Antonio, que se desplaza en silla de ruedas.

Pero el domingo pasado no hubo barreras para ninguno de los dos. El domingo, Carol y José, José y Carol, subieron más allá de los mil metros y hasta tuvieron Terrassa a sus pies. Fue con la ayuda de más de sesenta voluntarios que les llevaron en volandas, cual príncipe y princesa, hasta la cima de La Mola, en una excursión que la entidad Prodiscapacitats Fundació Privada Terrassenca (Prodis) organizó exprofeso para ambos.

Hacia la montaña
De mucho sirvieron las dos sillas de ruedas todoterreno, también llamadas “joëlettes”, que la entidad egarense Avan cedió a Prodis. Estas sillas cuentan con una sola rueda y cuatro brazos para que dos pilotos la carguen. Uno desde delante y otro por detrás. El vehículo tiene cintas de seguridad, frenos de disco, cojines y hasta apoyacabezas.

La llamada que Prodis hizo a través de las redes sociales para buscar a los valientes que cargaran con las sillas (y con sus animados ocupantes) resultó un éxito. Y el domingo de buena mañana, antes de que sonaran las nueve en los campanarios, la expedición de Prodis se dispuso a enfilar desde Can Robert, en Matadepera, la senda principal que lleva al pico de La Mola.

“Luego llegamos a Can Pobla y de allí nos dirigimos al Camí del Monjos, cuesta arriba”, recuerda Pau Navarro, responsable de deportes de Prodis. Pau, que es uno de los monitores favoritos de Carol, explica que durante la subida, la joven se lo pasó en grande y no paraba de reír y cantar. Mientras, su compañero de viaje, José Antonio, no quería dejarse ganar por ella, y cuando veía que el “todoterreno” de Carol le adelantaba, ordenaba avanzar. ¡Deseaba llegar el primero!

Pero todos vencieron el domingo porque ninguna piedra del camino fue insalvable. Y tras casi dos horas de ruta, coronaron La Mola. Àngels Carreras, directora del centro de parálisis cerebral de Prodis, conoce a José desde hace 23 años. “Me emocioné porque nunca pensé que estuviera allí arriba con él -dice-, sabiendo los problemas que estos chicos tienen en su día a día”. Por lo pronto, José y Carol ya han pensado en un nuevo reto. Ahora quieren volar en globo.

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