En la segunda prueba de precisión casi multiplicó por cinco la tasa máxima de alcoholemia permitida. Un conductor ha sido imputado después de que su coche se estrellase el domingo contra la valla de un instituto en el barrio de Ègara.
El accidente tuvo lugar en la calle de Sevilla a las 2.25 de la madrugada. Un testigo llamó a la Policía Municipal y contó que un vehículo había impactado contra unas vallas; una dotación policial se dirigió al lugar señalado. Los agentes encontraron el coche y a su conductor, que daba síntomas de embriaguez. La valla, de protección del instituto Blanxart, estaba dañada.
Las pruebas
Los agentes instaron al conductor a realizar las pruebas de detección alcohólica. La primera, la de orientación, ya dio un resultado positivo con una tasa muy elevada, de 1,39 miligramos, que los dos tests efectuados después morigeraron un tanto. Una de las pruebas de precisión arrojó un nivel de 1,16 y la segunda, de 1,22.
Esas pruebas, las precisas, las hizo el hombre en la Jefatura. A la entrada de las dependencias policiales, el implicado perdió su DNI, que un ciudadano encontró poco después en la puerta y entregó a un guardia en la misma comisaría.
El conductor fue imputado por un delito contra la seguridad del tráfico.