La campaña de recogida de alimentos para los más necesitados que organiza El Rebost comenzó ayer con buen pie, si bien el ritmo de donaciones fue inferior al del año pasado. Desde primera hora de la mañana, decenas de voluntarios informaron a los clientes de los 23 supermercados que participan en la iniciativa de la posibilidad de que aportaran comida. Una opción que sigue abierta hasta hoy sábado, que es cuando termina la cuarta edición del "Omplim El Rebost".
En el establecimiento Mercadona de la Rambla d’Ègara, uno de los súpers involucrados en la campaña, una gran bañera de cartón se presentaba al mediodía con latas de conservas de pescado y tomate, cacao soluble, pasta, aceite y cereales para el desayuno.
550 voluntarios
Éstos son los productos que desde El Rebost (un proyecto impulsado por el Ayuntamiento y gestionado por Creu Roja para distribuir alimentos entre la población que pasa por una situación económica más precaria) han pedido que los egarenses den en esta edición. Ayer, el número de voluntarios de la campaña era de 550. Unos setenta se han sumado a la llamada de los organizadores desde el jueves.
Liseth Gancino, una rubinense de 18 años, vio en la contraportada de Diari de Terrassa la solicitud que hacía El Rebost y no lo dudó ni un momento: "Es el primer año en que soy voluntaria y por ahora la experiencia es muy satisfactoria". Vestida con la camiseta negra que identifica a los voluntarios, Montse Playà, de 62 años, también estaba en el súper de la Rambla d’Ègara: "Resulta muy enriquecedor dar una parte de tu tiempo para ayudar a los demás y ver cómo la gente colabora".