Terrassa

Un conductor ebrio choca con una fachada

Sopló en el alcoholímetro y los resultados fueron de aúpa: multiplicaron por cuatro la tasa máxima de alcoholemia permitida en la conducción. El coche que manejaba se había estrellado contra la fachada de un edificio en Can Boada que resultó con desperfectos. Pasó el martes al mediodía y el conductor fue imputado por un delito contra la seguridad del tráfico.

A la una, un testigo, un vecino, llamó a la Policía Municipal para informar de lo que acababa de ver en la calle de Viladecavalls: tras oír un estruendo, se asomó a la ventana y observó un coche empotrado en la fachada de un edificio y en unos contenedores de basuras. El conductor seguía al volante, tratando de marcharse del lugar. Sin embargo, circuló unos metros más y dejó el automóvil en la calle del General Milans del Bosch, a pocos metros de distancia del punto del accidente.

Una unidad policial se presentó en el sector tras saber del incidente. El conductor del coche continuaba allí y los agentes lo identificaron. Dados los síntomas de embriaguez etílica, le hicieron soplar en las pruebas de alcoholemia.

Como la primera prueba, la orientativa, arrojó una tasa de 0,98 miligramos, el hombre fue trasladado a la Jefatura para efectuar los tests de precisión, que dieron niveles aún más altos, igualmente constitutivos de delito: 1,02 uno y 1,04 otro. El nivel máximo, multiplicado por cuatro. El coche, inmovilizado, lo retiró una grúa de Egarvia. La fachada tenía daños en el revoque, pero ningún contenedor presentaba desperfectos, en una primera inspección.

A las 3.40 de la madrugada de ayer, otro conductor fue imputado después de realizar las pruebas y dar resultados de 0,79 y 0,77 miligramos de alcohol por litro de aire espirado. Lo había parado una dotación de la Policía Municipal porque circulaba haciendo “eses” por la avenida de Barcelona.

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