La innovación va más allá de la universidad. Así se constató en la quinta edición de la Jornada Innova FP que se celebró ayer en el Museu de la Ciència i la Tècnica (mNACTEC) a iniciativa del departamento de Ensenyament de la Generalitat. Al encuentro acudieron representantes de 53 centos de Formación Profesional (FP), que forman parte de la red Innova de estos estudios y entre los cuales hay dos egarenses que son los institutos Nicolau Copèrnic y Terrassa.
Los institutos de Terrassa también aportaron su conocimiento o “Knowledge” en formato pósters y en el marco de la exposición que completaba las actividades. El INS Terrassa presentó tres proyectos, de los cuales dos ellos surgidos de los estudiantes de la FP de Textil. Uno de estos, concebido por los alumnos Oriol Romera y Ernesto Palacio, bajo la tutoría de Núria Collado, está relacionado con el diseño de una mochila para el transporte de bombonas de oxígeno de los equipos sanitarios a casa de pacientes. El segundo, del estudiante David Casas, bajo la tutoria de Montse Favà, es un catálogo virtual para una empresa textil para que pueda divulgar y vender sus productos de ropa. El INS Terrassa completó su participación con un tercer proyecto creado por alumnos de 2º curso de Estética integral, bajo la tutoría de Sandra Tello, que ha consistido en la elaboración de un protocolo para el uso de camas de Spa.
Programas de gestión
Por su parte, el INS Nicolau Copèrnic contribuyó a esta jornada con el desarrollo de programas informáticos para mejorar y optimizar la gestión de centros de enseñanza, empresa y administraciones. El director del centro, Javier Laganga, subrayó que en este momento ya son cincuenta los institutos de secundaria pública que aplican programas ideados por alumnos del centro de Can Boada. Asimismo también hay cinco empresas que se sirven de este conocimiento informático.
Para los centros públicos de FP de Terrassa, la innovación es tan estimulante como necesaria. Al respecto, Carme Pleguezuelos, profesora de FP del INS Terrassa, subrayó que “lo importante es la creatividad del alumnado y que la empresa se nutra de este talento”.
Javier Laganga, director del Nicolau Copèrnic, añadió que “es una vía de trabajo enriquicedora porque el alumno desarrolla un producto para cubrir una necesidad real; es decir que no se queda en un cajón. Y, muchas veces, esa colaboración acaba con un contrato laboral”. Durante la jornada se presentaron proyectos destacados como el brazo robótico “low cost” ideado por alumnos de los institutos Mollet y Carles Vallbona de Granollers; un programa informático para diseñar prótesis paramétricas realizado por estudiantes del Institut Escola de Treball de Barcelona y la mejora de un barniz industrial concebido por un alumno del Institut Provençana de L’Hospitalet de Llobregat.