La mujer vive en Barcelona pero no iba a viajar de nuevo a la Ciudad Condal para regresar a Terrassa horas después, donde debía cobrar una paga hoy mismo. Eso argumentó. No cabía en el albergue y decidió encerrarse en un cajero del Centre. Hasta que llegaron unos agentes de la Policía Municipal, ayer por la tarde, y la convencieron para que saliese de la entidad bancaria.
Un usuario del cajero, ubicado a pocos metros de la oficina de Correos en la plaza de Mossèn Jacint Verdaguer, se disponía a entrar en el habitáculo y no pudo. Al parecer, alguien impedía su paso. Decidió llamar a la policía y unos agentes se desplazaron a la plaza.
La llamada fue a las seis de la tarde. Los agentes que acudieron al banco para tratar de deshacer el entuerto vieron a la mujer y hablaron con ella. No quería salir porque había resuelto convertir el cajero en su morada interina. Contó que vive en Barcelona pero recibe una paga en Terrassa. No podía volver a la capital para viajar otra vez hoy a Terrassa. Pretendía dormir anoche en el albergue público para "sin techo", pero no cabía porque la instalación está en obras, por lo que optó por pernoctar en una entidad bancaria.
Luego de media hora, la mujer, de 55 años, española, se avino y se marchó.