Los agentes amagaron con su marcha después de una primera intervención, pero se quedaron por allí y aguzaron el oído. Y escucharon los gritos, el alboroto vinculado a la supuesta agresión de un hombre a su madre, de 70 años. Volvieron a la vivienda y entonces sí, entonces detuvieron al presunto agresor. Ocurrió el martes, a las dos de la tarde, en Guadalhorce.
Según testigos, unos agentes de la Policía Municipal se dirigieron a un piso de ese barrio porque alguien alertó de una trifulca en el interior de un piso. Los guardias llamaron al timbre. Se les abrió la puerta y entraron. Se interesaron por lo ocurrido y, al parecer, fueron informados de que allí sólo había tenido lugar una discusión entre una madre y su hijo, septuagenaria ella y de unos 37 o 38 años él.
Los policías se despidieron y simularon marcharse, según las mismas fuentes, pero no se fueron a ningún sitio. Permanecieron, mudos, en los aledaños del piso y escucharon la cascada de gritos y golpes que surgía del interior del domicilio. Al parecer, el hombre echaba en cara a su progenitora que lo hubiese denunciado.
Los guardias resolvieron intervenir y volvieron a llamar. Cuando pudieron franquear la puerta de la vivienda, vieron a la mujer con vestigios de golpes y detuvieron a su hijo como presunto autor de un delito de malos tratos.