Terrassa

Hoy se abren las inscripciones para los casales de verano

El Ayuntamiento y las entidades que organizan actividades de ocio para niños y jóvenes ofertan este año más de 1.700 plazas para las actividades de verano, pensadas para niños de 3 a 17 años. Un requisito imprescindible es que los menores hayan cursado P3.

La propuesta veraniega ha logrado una gran fidelización por parte de las familias, lo que ha provocado un incremento de la participación de los adolescentes que cursan secundaria y la consolidación de grupos de jóvenes en muchos casales. Nada extraño si tenemos en cuenta que la programación se inició hace más de una década con el fin de diseñar una propuesta de ocio lúdica y educativa, con una clara función pedagógica y social, que trabajase la cohesión y la inclusión.

Los casales, que se organizan en los distintos barrios de la ciudad, tienen una duración que oscila entre las tres y las cinco semanas. Dos de los veintidós programados están dirigidos a niños y jóvenes con diversidad funcional y dos más son exclusivamente para jóvenes.

El período de inscripción se abre el lunes, día 23, en la práctica totalidad de las entidades organizadoras, si bien es cierto que hay algunas excepciones. Una de ellas es que cada esplai o agrupación escolta puede fijar unos horarios y condiciones diferentes. Asimismo, los precios no se han modificado en exceso puesto que las actividades están organizadas por entidades sin ánimo de lucro y están subvencionadas por el Ayuntamiento que, además, concede becas a las familias que acrediten dificultades económicas y que estén en riesgo de exclusión social. En 2015 se otorgaron un total de 476.

“El món al revés”
Año tras año los casales de verano organizan actividades centradas sobre un tema en cuestión. En esta ocasión, el lema será “El món al revés”, con el cuál pretenden trabajar la perspectiva de género y la educación emocional.

Cada entidad adaptará a su criterio el tema para que sea el eje central de una programación que tendrá una ambientación específica y un hilo conductor que permitirá a los niños seguir una historia durante los días que duren los casales, que duran los meses de junio y julio.

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