Terrassa

Religión, música y fiesta en el Rocío catalán

Terrassa ha acogido este fin de semana la 45a edición de la Romería del Rocío en Catalunya, un multitudinario encuentro religioso y festivo. El evento, organizado por la Federación de Entidades Culturales Andaluzas en Catalunya (Fecac), ha tenido lugar en una finca privada de Can Petit, donde el jueves por la noche llegó la talla de Nuestra Señora del Rocío que durante todo el año se encuentra en la iglesia de Sant Martí de Cerdanyola del Vallès. La santa imagen viajó hasta la zona noreste de Terrassa después de que en Cerdanyola se celebrara la misa del traslado, en la que cantó el coro de la Hermandad Nuestra Señora del Rocío de Cerdanyola.

Durante la madrugada y la mañana del sábado, los romeros comenzaron a llegar en peregrinación al espacio habilitado en Can Petit, donde han hecho noche en las casetas de sus hermandades. Muchos de ellos llegaron al lugar de la fiesta con sus tradicionales carretas haciendo camino por la vía verde de Torrebonica.

Aunque durante todo el sábado el ambiente rociero se hizo ya palpable en las casetas repletas de mujeres con trajes de faralaes y hombres con la vestimenta típica de este tipo de eventos, el primer acto importante tuvo lugar por la tarde-noche. La recepción y presentación de las hermandades ante la efigie, prevista para las ocho de la tarde, se retrasó unos minutos. Los rocieros se preparaban en sus casetas mientras una máquina excavadora intentaba mejorar el estado del camino por donde debían pasar, lleno de barro a causa de la lluvia. A partir de las 20.40 horas, las 23 hermandades que participaban en la fiesta, llegadas de poblaciones como Maçanet de la Selva, Pineda, Mataró, Santa Coloma de Gramenet y L’Hospitalet de Llobregat, desfilaron ante la Virgen del Rocío, que presidía el evento desde el altar mayor instalado en Can Petit. Lo hicieron con sus simpecados y los ornamentos tradicionales del Rocío, delante de cientos de espectadores.

Cada una de las entidades se presentó, por orden de antigüedad, ante la estatua con una comitiva encabezada por un chico o chica tocando un tambor y a veces también un flautín. Cada hermandad le cantó una plegaria a la virgen y pronunció vivas a la también conocida como la Blanca Paloma o la Reina de las Marismas, así como al Pastorcillo Divino, a la Madre de Dios, a todas las hermandades y al hermano o hermana mayor correspondiente.

Multitudinaria misa de romeros
El domingo, a partir de las diez de la mañana, se celebró una misa de romeros muy concurrida, presidida por el obispo de Terrassa, Josep Àngel Sáiz Meneses, y cantada por el coro de la Hermandad Nuestra Señora del Rocío Virgen de la Rocina de Sant Adrià de Besòs. Las 23 hermandades se desplazaron en comitiva desde sus casetas hasta el altar, llevando sus simpecados y banderas. Al llegar, saludaron a la virgen y dispusieron los simpecados a banda y banda de la santa mientras el coro cantaba varias canciones. Posteriormente, el obispo de Terrassa ofició la misa, en la que estaban presentes el alcalde de la ciudad, Jordi Ballart, y los concejales Maruja Rambla y David Aguinaga, así como el presidente de la Fecac, Daniel Salinero, y otros miembros de la federación. El acto litúrgico, que sirvió para celebrar el Domingo de Pentecostés, terminó con una salve rociera.

Otro punto álgido de la fiesta tuvo lugar la medianoche del domingo al lunes. A las doce fue el momento del llamado rosario de la aurora, rezado por el obispo auxiliar de la Diócesis de Terrassa, Salvador Cristau. La Hermandad Nuestra Señora del Rocío de la Pau de Barcelona fue la encargada de cantar en este acto litúrgico, en el que todos los fieles estaban provistos de antorchas.

Ayer, a las ocho de la mañana se celebró la misa del alba, oficiada por mosén Juan Carlos Montserrat, rector de la iglesia de Sant Martí de Cerdanyola del Vallès. En este caso, la encargada de cantar fue la Hermandad Nuestra Señora del Rocío de Badía del Vallès.

Los actos de la Romería del Rocío en Catalunya, que se ha celebrado por primera vez en la ciudad tras organizarse antes en localidades como Montcada i Reixac, Montmeló y Santa Perpetua de Mogoda, finalizaron ayer, a las diez de la mañana, con la procesión de la virgen, que recorrió el recinto de Can Petit despidiéndose de las 23 hermandades, la veintena de asociaciones rocieras, las quince entidades no rocieras socias de Fecac y otros grupos rocieros no adscritos a la federación que participaron en el encuentro.

Eduardo López, responsable de la comisión del Rocío de la Fecac, hacía ayer un balance “muy positivo”. “Estamos muy satisfechos, la gente nos ha comentado que ha estado muy a gusto”, aseguraba López, que también agradecía la predisposición del Ayuntamiento y la buena acogida por parte de los terrassenses. La organización, que cree posible repetir ubicación el próximo año, calcula que cerca de 15 mil personas han pasado entre el jueves y el lunes por Can Petit.

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