Podríamos decir que Els Catarres es ya una vieja conocida de la audiencia de Terrassa. La archifamosa "Jenifer" es ya no solo la canción que les dio a conocer, sino toda una declaración de principios de lo que es la banda a nivel sonoro e ideológico.
En sus melodías se impone el pop, y en las letras el amor, aunque también apuestan por pronunciarse a nivel ideológico, desplegando su catalanismo, o por letras costumbristas, perfectamente aptas para que su público se sienta plenamente identificado.
La franja de edad en la que más ha hecho mella la formación quedó especialmente clara el sábado en la sala Faktoria; eran prácticamente todos rabiosamente jóvenes. Muchos no llegaban ni tan siquiera al estatus de "veinteañero", los menores de 18 años abundaban, e incluso asistieron niños, acompañados de padres tan fans como ellos mismos. Los más veteranos, muchas veces acompañando a sus hijos menores de edad, fueron un "rara avis" en este concierto.
La banda salió al escenario un poco más tarde de la hora prevista desplegando toda su artillería. "Big band", el disco que venían a presentar, es un trabajo que permite un mayor despliegue de fórmulas festivas. Del folk y la intensa mediterraneidad en la que normalmente reposan sus temas, han pasado a añadir otros ritmos propios de la fusión, como algún apunte de ska y otros ritmos bailables, aunque siempre con el tono amable y sincero que tanto ha cuajado entre su público.
La incorporación de una pequeña sección de vientos ha hecho mucho para dotar de mayor contundencia sus directos, dándole mayor empaque a su apuesta por el sonido acústico.
Repertorio variado
Como no podía ser de otra manera, el grupo centró su concierto en su trabajo más reciente "Big Bang", pero no olvidó los imperdibles de su discografía anterior, los álbumes "Postals" y "Cançons 2011", sin que faltara la que aún hoy en día en su canción más famosa, "Jenifer."
Fuera como fuera, a veces se hizo tarea ardua escuchar al grupo, ya que sus fans solían corear a gran volumen muchas de sus canciones, mientras grababan su actuación con los móviles. Sin duda, una de las incongruencias de algunos de los conciertos de hoy en día; pagar una entrada para ver el concierto a través de una pantalla y con tu propia voz tapando la música que llega desde el escenario.
En cualquier caso, la banda se dejó la piel, se mostró muy próxima y con evidentes ganas de agradar, de pasarlo y hacerlo pasar bien. Incluso dejó espacio para celebrar, con un pequeño pastel y velas, el cumpleaños de uno de sus nuevos fichajes, Paul Evans, y de su emblemática contrabajista, Roser Cruells. De este modo se mostraron como lo que son: un grupo cohesionado, próximo, que se siente cómplice de su público y que siente el escenario como su casa.
FICHA TÉCNICA
Èric Vergés (voz principal y guitarra acústica), Jan Riera (voces, acordeón, guitarra acústica, banjo, melódica y pandereta), Roser Cruells (voces y contrabajo), Laia Fortià (batería), Marc Ruescas (trombón) y Paul Evans (trompeta.) Sábado, 14 de mayo. Faktoria d’Arts.