La fotografía de unas manos entrelazadas haciendo “pinya” presidieron ayer el encuentro de mediadores de centros de secundaria en el Museu Nacional de la Ciència i la Tècnica de Catalunya (mNACTEC) que acogió a un centenar de alumnos de ESO. La imagen no era baladí. Simbolizaba el mensaje de que la unión hace la fuerza y que la misma es necesaria para combatir los prejuicios sobre la diversidad cultural, sexual, física y de otro tipo que pueden desencadenar actitudes y situaciones no deseadas contra una persona o un colectivo determinado.
Tras el preámbulo de las presentaciones, la jornada se abrió con una acción teatralizada sobre esta problemática a cargo de alumnos del bachillerato de artes escénicas del Institut de Viladecavalls. El grupo puso en escena cuatro historias en las que se visualizaron situaciones de discriminación por razón de etnia y cultura, género, sexo, enfermedad… Así, asistimos a una escena donde una chica de color que trabajaba como camarera en un bar percibía un salario inferior a los de sus compañeros hombres; a otro sketch donde una joven expresaba muestras de rechazo y un sinfín de críticas hacia los habitantes de tez negra procedentes de África.
A estas ficciones se unieron otras dos. En la tercera un grupo de alumnos se entrometía contra una chica que padecía trastornos alimentarios, anorexia, y en la cuarta otro grupo censuraba a una pareja homosexual y comentaban en voz baja que ese tipo de relación era antinatural.
El conjunto de estas historias dio paso a un pequeño foro de intervenciones que fue conducido por Isabel Salvadó, profesora del Institut Montserrat Roig, uno de los centros que coordinaba el encuentro de mediadores impulsado desde el Centre de Recursos Pedagògics. Desde la platea se expresaron un buen número de opiniones. Un alumno, procedente de Marruecos, contó que él había vivido situaciones como las representadas en el escenario. “A mí me gusta que me pregunten sobre mi país, mi cultura, pero no me gusta que me dejen de lado porque mis raíces son diferentes. Y lo mismo -añadió- pasa con las personas que tienen un color de piel oscura o son homosexuales. Si hay una predisposición a conocer al otro también se acabarían los rumores y los tópicos que se montan y circulan”.
“Catarsis emocional”
Una alumna marroquí, que había participado en la acción teatral, asintió a las palabras de su predecesor pero no pudo continuar porque se emocionó. La profesora Isabel Salvadó, que dirigía el foro, intentó reconducir el momento, primero un gran silencio y después abrazos hacia ella y un estallido de aplausos. Salvadó, micrófono en mano, manifestó: “Esto ha llegado a una catarsis espectacular. Estamos derivando el tema hacia el terreno personal y no deberíamos perder de vista que estamos aquí como mediadores y, por tanto, como personas que acompañan y ayudan a resolver conflictos. Todo lo que presenciamos y escuchamos nos transmite que no podemos juzgar a las personas y las situaciones antes de saber el por qué, de lo contrario, nos creamos unos prejuicios que no son verdad”.
Durante el foro hubo más participaciones y algunas fueron una sorpresa para muchos. Los alumnos del Institut Vidadecavalls que habían interpretado a la pareja de homosexuales resultó que lo es en la vida real. A la pregunta de ¿cómo lo lleváis?, uno de ellos respondió que “solos y en pareja lo llevamos bien. Otra cosa distinta es a nivel familiar… Pero el amor puede con la adversidad”, manifestó.
De opciones sexuales habló también otro alumno que dijo que era bisexual y coincidió con el joven de antes en que “lo más difícil es que la familia acepte la diferencia”. También hubo testimonios de alumnos que confesaron haber practicado “bullinyg” algún tiempo, que se arrepentían de ello y que por ese motivo se habían involucrado en el papel de mediadores. Una alumna resumió que “todos estamos predispuestos a tener un problema de algún tipo discriminatorio pero para eso están los amigos, para ayudarnos”.
Tras la sesión de teatro-debate, los jóvenes se distribuyeron en talleres para diseñar soluciones a cada conflicto representado y hacer después una puesta en común. La actividad finalizó con una entrega de diplomas a los asistentes.
LOS DATOS
Acto: Encuentro de mediadores
Centros participantes: 13
Alumnos: 114 de ESO
Organización: Institutos Montserrat Roig, Nicolau Copèrnic, Castellbisbal, Les Vinyes (este también escuela y de Castellbisbal); el centro concertado El Cim y Centre de Recursos Pedagògics