La municipalización del servicio del agua en Terrassa comportaría un ahorro en los costes de 3,65 millones de euros anuales que la ciudad podría destinar “a bajar el precio del recibo, priorizar el mantenimiento de la infraestructura o mejorar el gusto y la calidad del agua. A lo que Terrassa decida”. Así lo expuso ayer la Taula de l’Aigua, durante la presentación pública del estudio “El que el rebut de l’aigua no explica. Desmontant la tarifa de Mina de Terrassa a la ciutat”.
La plataforma ha consultado los informes financieros de Mina en el Registro Mercantil y la documentación de gastos consolidados que la compañía aporta anualmente al Ayuntamiento.
Analizados los datos, la Taula ha elaborado un retrato de los costes de explotación del servicio del agua en Terrassa, según el cual un 79 por ciento (13,8 millones) sería atribuible directamente al servicio, y en consecuencia ineludible, y el 21 por ciento restante (3,65 millones de euros) “la ciudad podría ahorrárselo con una gestión pública”, comentó ayer César Guía, uno de los integrantes de la Taula de l’Aigua.
Entre los costes que dejarían de repercutir en la tarifa figuran los beneficios de Mina, que la Taula sitúa en 1,83 millones anuales, los gastos financieros, el impuesto de sociedades, buena parte de la publicidad y de las pérdidas de agua. “La propia Mina habla de una eficiencia del 75 por ciento, cuando hay empresas públicas que dan pérdidas de apenas un 8 por ciento”.
Al margen del estudio de costes, La Taula de l’Aigua puso ayer el acento en la aportación que la concesionaria Mina hace al Fondo Social para evitar los cortes de agua y afrontar las bonificaciones a las familias sin recursos. “La compañía tiene un fondo de 30 mil euros, de los que solo ha aportado 4 mil al año, mientras el Ayuntamiento destina 40 mil euros”.
Los cortes de agua han aumentado “un 10% desde el inicio de la crisis en Terrassa”, afirmaron desde la Taula, que denuncia que “la empresa se beneficia también de los costes de reconexión”.
El reto de la gestión pública
El informe de la Taula de l’Aigua irrumpe en la recta final de la concesión del servicio, que caduca en diciembre, y en plena escalada de tensión judicial entre Mina Pública Aigües de Terrassa y el Ayuntamiento. El gobierno municipal ha anunciado que consultará a la ciudadanía y tendrá en cuenta su opinión a la hora de decidir el futuro modelo de gestión: público, privado o mixto.
En ese contexto, el estudio de la Taula se posiciona deliberadamente en el debate con una apuesta clara por la municipalización del servicio. Hasta ahora lo había hecho con argumentos políticos y técnicos. Ayer puso sus números sobre la mesa convencida de que “la gestión pública no solo será mejor, también será económicamente más eficiente”.
Durante la exposición, la Taula defendió la subrogación de la plantilla de Mina directamente adscrita a Terrassa y abrió un turno de intervenciones en el que se abordaron algunos de los temas clave del proceso.
Se planteó la necesidad de que se suprima la tarifa del agua y pase a ser una tasa. También la decisión de Mina de cuestionar la titularidad municipal del servicio en Terrassa. Y la resistencia de la compañía a facilitar algunos datos que considera confidenciales y que el Ayuntamiento estima imprenscindibles para una correcta liquidación.
“Cuanto antes acabemos la relación con Mina mejor -dijo Cesar Guia-. Su opacidad tiene un coste muy elevado que está pagando el Ayuntamiento, que se ha visto obligado a contratar servicios técnicos y jurídicos de apoyo. Todo eso podíamos habérnoslo ahorrado”.