El “pacto social” anunciado por el conseller de Salut, Toni Comín, para minimizar los efectos sobre los trabajadores que tendrá la exclusión de dos centros sanitarios vallesanos (el Hospital General de Catalunya de Sant Cugat y la Clínica del Vallès de Sabadell) de la red sanitaria de uso público llegará “en breve”. Al menos así lo ha indicado el CatSalut al sindicato CC OO del Vallès Occidental-Catalunya Central, que ayer suspendió una rueda de prensa prevista para hoy tanto en Terrassa como en Sabadell destinada a analizar la situación de la sanidad pública en la comarca. Todo a la espera de recibir más información desde la conselleria.
Las plantillas de la Clínica del Vallès y del Hospital General de Catalunya (ambos centros privados que hasta el momento atienden a pacientes que les llegan derivados de la sanidad pública) se han empezado a movilizar tras el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que ha anunciado el grupo al que pertenecen, Quirónsalud.
Los expedientes son el fruto de la decisión del conseller de Salut, Antoni Comín, de acabar con el contrato por el que estos centros sanitarios reciben dinero de la Generalitat por atender a pacientes derivados de la sanidad pública, en un proceso de desprivatización del Siscat del que Comín ha hecho gala.
Sin embargo, la exclusión del sistema sanitario catalán de uso público tanto de la Clínica del Vallès como del Hospital General de Catalunya ha propiciado que Quirónsalud haya lanzado un ERE que afectará a 256 empleados (109 en la Clínica del Vallès y otros 147 en el Hospital General de Catalunya).
Recolocación
Tras el anuncio del expediente regulatorio, Comín afirmó que su departamento estudiaba, a través de un “plan social”, cómo hacer que los trabajadores acusen lo mínimo posible el proceso de desprivatización del sistema sanitario que ha emprendido la conselleria. En este sentido, el secretario general de CC OO del Vallès Occidental-Catalunya Central, Enrique Rodríguez, declaró ayer a este diario que el problema es que detrás de la desprivatización “no ha habido una estrategia planificadora detrás, ya que no se ha pensado en cómo recolocar a los pacientes ni tampoco a los empleados que pudieran verse afectados por los cambios.”
Los representantes de los trabajadores de la Clínica del Vallès y del Hospital General de Catalunya sugieren, si los despidos acaban por ser inevitables, que los hospitales públicos que deberán hacerse cargo de la asistencia que hasta ahora prestaban estos dos centros privados, asuman también la contratación de una parte del personal que perdería su trabajo. En esta línea, Comín aseguró en el Parlament que la desprivatización implicará la apertura de 68 camas entre el Hospital de Terrassa, Mútua y el Parc Taulí de Sabadell.
El contrato del CatSalut con la Clínica del Vallès finaliza el próximo agosto, mientras que con el Hospital General de Catalunya acaba en diciembre.