Tres conductores fueron imputados el domingo después de sufrir accidentes cuando iban ebrios al volante. Uno de ellos, que padeció fracturas en ambas piernas, multiplicó por cuatro la tasa máxima de alcoholemia.
El primer accidente tuvo lugar el domingo, a las dos de la madrugada, en la plaza de la Dona, donde un coche se estrelló contra un árbol. Un agente de la Policía Municipal fue testigo directo de la colisión, pues estaba realizando otro servicio en la zona, y pidió la presencia de otra dotación. Otro agente se dirigió a la plaza de la Dona.
Llegaron una ambulancia y una grúa de Egarvia. Un equipo sanitariio atendió al conductor, pero no llegó a trasladarlo a ningún hospital. Sí lo trasladó la policía a la Jefatura local para que realizase allí las pruebas de alcoholemia de precisión, dado que el test de orientación había arrojado un resultado positivo, de 0,74 miligramos.
Esas pruebas de detalle ratificaron el positivo: 0,78 dio el conductor en una, y 0,73 en la otra. Una grúa de la empresa Egarvia se llevó el coche, que había quedado inmovilizado a raíz del golpe, y lo depositó en la confluencia de la calle de Pau Marsal con la plaza de los Països Catalans.
El hombre fue imputado por un delito contra la seguridad vial, al igual que otro conductor denunciado apenas dos horas después.
Contra cuatro coches
Un testigo avisó a los Mossos d’Esquadra acerca de la retirada, por parte de una grúa, de un coche que había colisionado contra otros en la avenida del Vallès e informó a los agentes de que el conductor parecía en estado de embriaguez.
La Policía Municipal, alertada a su vez por los mossos, comprobó que el automóvil en cuestión se había estrellado contra cuatro coches estacionados y que el conductor, en efecto, presentaba signos de ebriedad que los tests de alcoholemia verificaron: dio 0,81 en uno y 0,80 en otro.
El accidente más grave de esta serie, en cuando a lesividad del implicado, ocurrió a las seis de la tarde en el camino de Can Santfeliu, donde un automóvil se empotró contra un poste de telefonía y, a tenor de las primeras informaciones, sufrió fracturas en ambas rodillas.
Un testigo de los hechos se puso en contacto con la Policía Municipal, que acabó abriendo diligencias penales al conductor después de que arrojase sendos resultados de 1,10 y 1,05 miligramos en las pruebas de alcoholemia de precisión. La tasa límite está en 0,25.