Una actividad modernista pero no convencional. La librería Landròmina, especializada en cómics, mangas y tebeos, se sumó a los festejos de principios del siglo XX con varias actividades para adultos y niños pero algunas de ellas con rasgo diferencial, como la relacionada con “steampunk”, un movimiento artístico y sociocultural relacionado con la ciencia ficción y el retrofuturismo. Personas aficionadas a estas tendencias y estilos llegaron a la librería, se disfrazaron y posaron para el concurso de “foto call” con el marco telemático del Vapor Aymerich, Amat i Jover, sede del mNACTEC. Natalia, Kira y Àngels fueron tres de las participantes. Llevaban vestido modernista pero alguna de ellas con una máscara en el rostro o complementos que proporcionaban una estética totalmente rompedora. “Vamos de personajes de cuento de la época. Somos dragones y hadas”, explicaron.
Landrònima también ofreció un taller para los niños en el que podían pintar dibujos de inventos de la época como el globo teledirigible, el gramófono, la radio, el teléfono… Asimismo permitió acercarse al mundo literario de Julio Verne y Georges Wells, considerados padres de la ciencia-ficción.