El actor Pere Arquillué ha dejado la comedia “Els veïns de dalt”, de Cesc Gay, para meterse de lleno en el drama “Victòria”, de Pau Miró, una historia que viaja hacia el pasado, a la posguerra, y que habla a través de su protagonista, una mujer viuda, de temores y miedos no superados. El reparto de esta obra, que hoy sube a la Sala Gran del Teatre Nacional de Catalunya, es un auténtico lujo, configurado por el “star system”catalán como se ha publicado: Emma Vilarasau, Pere Arquillué, Jordi Boixaderas, Mercè Arànega y Joan Anguera en primera línea. El actor explica, en esta entrevista, su trabajo en este montaje y sus proyectos, entre los cuales anuncia su debut en la dirección teatral. También habla con mirada crítica sobre la política cultural del Govern.
¿Qué cuenta “Victòria”, del autor y director Pau Miró?
Es una obra ambientada en la posguerra, en el año 51, durante la huelga de los tranvías de Barcelona. La protagonista es una mujer, Victòria, que es viuda y que decide ponerse al frente de la barbería que regentó su marido. Es una obra que habla de pasado y de presente, de cómo revive lo que sucedió y cómo afrontará el futuro más inmediato.
¿Qué papel interpreta usted?
A esta barbería llegan unos clientes, uno de ellos es un falangista (personaje que recae en Jordi Boixaderas) y otro es un maestro republicano, que es el que interpreto yo. También aterrizan por este local una ex cantante de music hall, el cuñado, jóvenes…
¿Qué relación establece con ella?
Todo no se puede contar porque pierde atractivo. Pero está claro que yo aporto una mirada distinta sobre el mundo a la del falangista. Yo soy un maestro republicano, totalmente contrario al régimen del momento y en plena posguerra, donde la mayoría de la gente de la calle intenta sobrevivir cómo puede. En esta obra , Victoria tiene miedo pero todos los personajes que la rodean también tienen este sentimiento. Todos tienen dudas de cómo deben gestionar el nuevo escenario y el maestro es el que tiene más porque ha salido derrotado.
Está escrita además por un autor, Pau Miró, que es joven, que nació con la transición.
Yo le conocí como guionista en “La Riera” de TV3. Es joven pero con un recorrido importante. Ahí están obras como “Els jugadors” que se estrenó en el Lliure y que se ha traducido para ser representada en Italia. En “Victòria”, Miró quita el costumbrismo, va a la esencia, al contenido, a las emociones. Está muy bien que autores jóvenes se arriesguen a escribir sobre el pasado porque pueden aportar una mirada distinta. Es interesante que lo hagan y también lo es el trabajo actoral que nos proponen.
¿Viene de la comedia “Els veïns de dalt” de Cesc Gay y se ha pasado al drama de “Victòria”. ¿Le apetecía cambiar de registro?
Sí. El aliciente de este trabajo está en cambiar de la comedia a la tragedia para no encasillarse e interpretar personajes distintos e historias diversas.
¿El teatro se ha recuperado?
Estamos mejor que antes gracias al público que ha vuelto al teatro pero seguimos arrastrando los mismos problemas de cinco años atrás. El nuevo Govern sigue sin tener una política decidida para promover el teatro y la cultura en general. Hay que apostar por la cultura en todos los sentidos y el económico es uno de ellos. Lo grave es que no hablamos de ello. Personalmente no puedo quejarme. Estoy de suerte. Sigo trabajando en obras interesantes y mantengo mi inquietud por aprender cosas.
¿Cada personaje es un reto?
Sí, lo es. En este oficio, uno aprende y crece en cada obra y en cada rol que le toca interpretar. Y no es lo mismo hacer un personaje cuando tienes 25 años que cuando llegas a los 50. Ahora puedo decir que mi mochila está cargada de material, de experiencias Estoy en un momento vital y profesional en el que quiero arriesgar y dedicarme a aquello que me interesa en la medida de lo posible. Teniendo presente que a veces no se puede renunciar a según qué porque el trabajo no está para lanzar cohetes.
¿Quiere debutar en la dirección?
Sí, ahora lo contemplo. Estoy leyendo textos. La idea sería dirigir una obra con actores jóvenes y estrenar la próxima temporada en Barcelona, en La Villarroel. Llevo treinta años sobre el escenario y quiero probar cómo resulta esto de estar entre bastidores. Mientras tanto, seré el maestro republicano en “Victòria” hasta el 12 de junio.
Cómo actor, ¿qué proyectos tiene?
Voy a empezar la inmersión en dos montajes que me hacen mucha ilusión porque trabajaré con actores que a la vez somos amigos y casi vecinos. El primero de ellos es “El preu”, de Artur Miller, con dirección de Sílvia Munt, y con Ramon Madaula, Lluís Marco y Rosa Renom. El segundo es “Art”, de Yasmina Reza, con dirección del terrrassense Miquel Górriz, y con Francesc Orella y Lluís Villanueva. “Art”, en castellano, se estrenó en el año 2000 en Barcelona con Josep Maria Flotats, Carlos Hipólito y Josep Maria Pou. En nuestra versión catalana, Hipólito será Villanueva y Orella, Pou. Yo haré el personaje que hizo Flotats como pasó con “Cyrano”.