Terrassa

Se niega a soplar y termina detenido

Primero llevó a cabo doce intentos hasta conseguir soplar con corrección en la prueba de alcoholemia de orientación. Luego se sentó y dijo que no soplaba en los tests de precisión. Y terminó detenido. Ocurrió el sábado de madrugada. Un días después otro conductor fue arrestado: huyó a pie después de que la policía parase su vehículo.

Unos agentes de la Policía Municipal detuvieron un coche el sábado, a las 4.30 de la madrugada, en la calle de Granada, en Ègara. El vehículo había cometido una infracción de tráfico. Había que reclamar la documentación al conductor, y fue entonces cuando los agentes apreciaron en él signos obvios de embriaguez alcohólica.

Instaron al individuo a soplar en el alcoholímetro orientativo, el que indica si resulta procedente realizar las pruebas de precisión o, en caso de que la tasa sea negativa, lo descarta. Pero no resultó tarea fácil cumplimentar ese primer paso. Según la policía, el conductor hizo la prueba de manera incorrecta una y otra vez y otra, hasta en doce ocasiones. Cuando sopló por decimotercera vez, dio un resultado de 0,64 miligramos de alcohol por litro de aire espirado.

La policía lo llevó a la Jefatura para que hiciese allí los preceptivos tests de precisión, pero el conductor dijo que no. Se sentó en una silla y se negó a seguir adelante con las pruebas. Se negó en rotundo. Y fue detenido por tal negativa. Ha sido imputado por un delito contra la seguridad vial.

Otro arrestado
Análoga suerte corrió otro conductor veinticuatro horas después y en el mismo barrio. Unos agentes locales interceptaron su vehículo en la calle de Josep Tapiolas y se dirigieron al conductor, que ofrecía síntomas de ebriedad. El hombre mostró a los agentes su permiso de conducir, que estaba caducado, y decidió huir. Salió del coche y empezó a correr, pero los guardias lo alcanzaron a pocos metros. Y lo detuvieron por conducción bajo los efectos del alcohol, una negativa a realizar las pruebas y resistencia y desobediencia.

Un automóvil se estrelló el domingo contra dos bolardos y una señal de tráfico en la calle del Pantà, cerca de la confluencia con la de La Rasa. El accidente ocurrió a las 5.20 de la mañana y los agentes municipales que se presentaron en la zona realizaron los tests de alcoholemia al conductor del coche. El resultado, al menos en las pruebas de orientación, superó los 0,70 miligramos. La policía abrió diligencias penales al conductor por un delito contra la seguridad vial. Lo mismo aconteció a otro hombre que multiplicó por cuatro la tasa máxima cuando sopló ayer. Lo habían parado unos guardias porque había cometido una infracción viaria en la carretera de Castellar.

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