El precio del recibo del agua se congela. La Comissió de Preus de Catalunya ha emitido un dictamen en el que deniega la solicitud de modificación de las tarifas formulada por Mina Aigües de Terrassa, que proponía aumentar los precios un 1,5% este año.
El organismo colegiado de la Generalitat le da la razón al Ayuntamiento, que rechazó la propuesta de la compañía y pedía una congelación de precios para este ejercicio. Ahora, la CPC confirma las tesis municipales, argumentando que el recibo del agua no podrá superar “el máximo consignado como tarifa resultante en la propuesta del pleno de la corporación municipal”, es decir 0, ya que la administración local no acepta para esta año subida alguna.
Como en 2015
El dictamen de la comisión es vinculante, aunque Mina puede recurrirla por vía administrativa e incluso llevarla al contencioso. De momento, la factura del agua llegará a los domicilios sin incremento alguno respecto a 2015, año en que la concesionaria y la administración acordaron congelar precios.
El pasado 30 de diciembre el Ayuntamiento de Terrassa requirió a Mina información para valorar la propuesta de incremento de tarifas formulada por la compañía. Ésta argumentó que necesitaba aumentar el recibo por los costes de explotación del servicio. Mina esperaba verse obligada a comprar en 2016 un volumen extra de agua durante las obras en una de las cañerías de abastecimiento a la ciudad. Además, el impacto del bajo régimen de lluvias la obligaría a invertir más en el tratamiento del agua.
El gobierno entiende que la subida “no está suficientemente justificada” y así se lo hizo saber en febrero a la concesionaria. En esa fecha, el Ayuntamiento emitió informe desfavorable a la revisión de tarifas mediante un decreto de alcaldía y notificó la decisión a la Comisssió de Preus de Catalunya, para que emitiera dictamen. También le pidió que decretara la suspensión durante 15 días del plazo para responder a Mina, a fin de que el decreto fuera aprobado en el pleno del 25 de febrero de 2016.
Silencio positivo
El procedimiento ha sido cuestionado por Mina, que desde el pasado febrero libra un pulso con el Ayuntamiento por las tarifas del agua en la ciudad. La empresa entiende que alcaldía no es competente para emitir decreto desfavorable a la revisión de tarifas y que el pronunciamiento del pleno estaba fuera de plazo, ya que este expiró el 23 de febrero sin que la Comissió de Preus se hubiera pronunciado sobre la prórroga municipal.
Mina defiende que se alcanzó esa fecha sin que hubiera respuesta y apela al silencio positivo para defender que su modificación de tarifas ha sido aceptada.
El pasado 15 de marzo, la compañía presentó un recurso de reposición contra el decreto de alcaldía, una apelación que el gobierno municipal espera rechazar en el pleno de hoy. Acude a la sesión con el esperado aval de la Generalitat, que ha apoyado sus tesis frente a las de la concesionaria, La Comissió de Preus de Catalunya emitió dictamen la pasada semana y ha dado traslado al Ayuntamiento estos días. La noticia marcará el debate político de esta tarde, en el que los partidos deberán pronunciarse sobre si prospera el rechazo al recurso de Aigües de Terrassa.
El precio del agua en la ciudad es resultado de las negociaciones que cada año afrontan Mina y el Ayuntamiento de Terrassa, La compañía eleva cada ejercicio su propuesta al ejecutivo municipal, a quien corresponde evaluarla y llevarla a pleno para su aprobación.
Durante los últimos años, en la recta final de la concesión, la revisión de tarifas se ha resuelto con más tensiones de lo habitual,
En 2013 se aplicó la subida más alta de los últimos años. Un 8,9 por ciento de media, aunque el aumento fue menor para las familias con consumos más bajos y se creó la tarifa social del agua, a la que se acogen las familias en situación de vulnerabilidad económica.
El momento más complicado se vivió en 2014, cuando Mina propuso un incremento del 5,9 por ciento de las tarifas que indignó a la administración. Después de una dura negociación, se acordó una subida lineal del 1,125 por ciento,
En 2015, la factura del agua se congeló en todos los tramos de consumo y para todos los usos: el doméstico, el comercial y el industrial. El gobierno apuesta por mantener esas tarifas en 2016 y la Comissió de Preus acaba de darle la razón.