Terrassa

Pillan a un mecánico ebrio cuando conducía el coche de un cliente

La Policía Municipal imputó ayer a un conductor por un delito contra la seguridad vial y otro de hurto de vehículo, en un caso semejante al registrado hace nueve días: el conductor era mecánico, había cogido el coche de un cliente y estaba bajo los efectos del alcohol cuando iba al volante del vehículo. Se dieron, sin embargo, dos diferencias entre un incidente y otro: el lugar donde los agentes pararon los coches y la realización de las pruebas de alcoholemia; el conductor imputado ayer sí las hizo y arrojó resultados positivos y constitutivos de delito.

A las 00.10, una dotación de la Policía Municipal observó una infracción de tráfico en la calle de Colom e interceptó el coche infractor. En el momento de pedir la documentación al individuo que estaba al volante, los guardias notaron los síntomas de ebriedad, por lo que hicieron soplar al conductor en el alcoholímetro de orientación. La tasa, que debía marcar si se imponía la realización de las pruebas de precisión, fue positiva, y alta: 0,82 miligramos. Los tests de precisión bajaron el nivel, pero no lo suficiente como para dejar el asunto en una infracción administrativa por alcoholemia positiva: 0,71 dio en una prueba y 0,78 en otra.

Denuncia
Los policías, que abrieron diligencias penales por un delito contra la seguridad del tráfico, supieron que el imputado trabajaba en un taller mecánico y el coche que conducía pertenecía a un cliente. Y éste no había dado su conformidad para que el identificado utilizase su automóvil, según la policía, y tuvo que interponer denuncia.

A la imputación por la alcoholemia se sumó otra por un delito de hurto de uso de vehículo. Además, el conductor tenía una citación pendiente de un juzgado de instrucción de Terrassa. El coche lo retiró Egarvia, que lo trasladó a la Jefatura policial, en la avenida de Les Glòries Catalanes.

La intervención de ayer fue de un cariz análogo a otra efectuada por agentes locales nueve días antes. El 13 de abril, un hombre fue detenido porque, según fuentes policiales, unos agentes intentaron que soplase en el alcoholímetro doce veces, cuando menos. Le apreciaron signos de embriaguez etílica. Los guardias entendieron probado que no quería soplar, y lo detuvieron por esa negativa. Lo habían parado en la calle de Roca i Roca, en el barrio de Sant Pere Nord. Era mecánico, también, y manejaba el coche de un cliente sin que éste, según afirmó la víctima, hubiera concedido su consentimiento.

Otro conductor se ha visto inmerso en un procedimiento penal. Paró su automóvil una unidad de policía el jueves por la tarde en la Rambla de Francesc Macià, debido a la comisión de una infracción. El hombre no tenía carné de conducir. No lo había tenido nunca.

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