La biografía oficial de Sr. Chinarro es breve, y lo cierto es que no le hace justicia a la intensa y extensa carrera de este grupo sevillano. Su compositor, letrista, líder y miembro fijo, Antonio Luque, es el alma mater de esta aventura que arrancó en 1990 y que mañana recala, por primera vez, en Terrassa.
Con el paso del tiempo la propuesta se ha ganado a pulso la consideración de proyecto "pionero de la música alternativa o indie en España", pero además de Luque se destaca su condición como uno de los mejores letristas de nuestro país, sobre todo gracias a su personal estilo para elaborar sus textos.
Basta con oír su último disco, la profunda voz de Antonio Luque y sus historias, espontáneas y tan actuales, como para constatar que la afirmación no es exagerada.
"El progreso" será el disco que el músico presente en Terrassa, el último de una discografía que incluye dieciséis trabajos de larga duración. A ellos se añaden otros cinco discos "cortos", singles y epés, con los que ha obtenido el reconocimiento de público (cada vez menos minoritario) y crítica.
En directo Sr. Chinarro es una "banda de rock’n’roll", según explica su líder, que por una cuestión "de logística" ha prescindido en su actual gira de los arreglos de cuerda de su último trabajo.
Después de haber atravesado por numerosos paisajes sonoros, de haber experimentado y de haber sorprendido, el músico ha vuelto a confiar en J, de Los Planetas, como productor. El músico ya le secundó hace diez años ejerciendo el mismo papel en su exitoso "El Fuego Amigo", un disco de 2005.
Respecto a J, Luque menciona que "nos vemos de vez en cuando, es un maestro. Tiene un estudio de grabación en su casa y me pregunto por qué no le he llamado más veces."
El amor como respuesta
El cantante de Los Planetas ha puesto algo más que su grano de arena en un álbum que, sin ser conceptual, está trabajado con la intención de "a ver si logro poner un poco de luz a una sociedad un poco perdida", asegura Luque. "Los artistas tenemos más tiempo para pensar, y yo lo que veo es un país sin salida, no sé qué arreglo tiene."
Fue el propio J quien ordenó las piezas de un disco que encuentra en el amor uno de los pocos refugios posibles de esta constatación, aunque Luque admite haber dejado patente en otras canciones que no es demasiado partidario de la pareja. El resultado es una obra "pesimista, críptica", no exenta de poética y misterio: "Para mí siempre es mejor no dejar las cosas tan claras."
Lo que sí requiere claridad en sus conciertos es su voz, que en la producción de su disco se sitúa en un clarísimo primer plano, aunque en directo siempre resulta más difícil resaltar ese protagonismo. Luque admite que prefiere el estudio para lograr el sonido deseado, pero no reniega de los directos; al contrario, "la presencia del público también anima." Su público de Terrassa podrá comprobarlo, mañana a partir de las ocho de la tarde, en la Nova Jazz Cava.