Terrassa

Habla con una policía y lo pillan por conducir embriagado de alcohol

Un conductor acabó imputado el miércoles por manejar un coche cuando multiplicaba por cuatro la tasa máxima de alcoholemia permitida. Lo cazó la policía cuando una agente le oyó hablar.

Un coche salía el miércoles del descampado, aparcamiento al aire libre, situado en la esquina de la calle de Provença con la de Roig Ventura, en Sant Pere Nord. Había mercadillo semanal, y muchos usuarios aparcan los miércoles sus vehículos en ese terreno, a poca distancia de las escuelas Joan Marquès Casals y l’Oreneta. Faltaban unos diez minutos para que saliesen los escolares de sus centros.

Unos agentes de la Policía Municipal de paisano que formaban parte del operativo de seguridad del Mercadal vieron salir el automóvil, y una policía llamó la atención al conductor porque, al dejar atrás el camino de tierra, se quiso incorporar a la calle de Provença, recorriendo unos metros en dirección prohibida. La respuesta balbuceante del conductor fue seguramente su perdición, pues denotaba una embriaguez alcohólica evidente, y los policías pararon el automóvil allí mismo.

Otra unidad
Y pidieron la presencia de otra unidad policial equipada con un alcoholímetro. Llegó esa dotación, y el conductor sopló. El valor que dio en esa primera prueba orientativa fue de 1,20 miligramos de alcohol por litro de aire espirado, casi cinco veces la tasa máxima permitida. Luego volvió a soplar, una vez trasladado a la Jefatura, en el etilómetro de precisión.

En las dos pruebas que realizó, el resultado volvió a ser positivo, y constitutivo de delito contra la seguridad vial: 1,04 en una y 1,03 en otra. La policía abrió diligencias penales al hombre, de 45 años, y el coche que llevaba, una furgoneta, lo retiró una grúa de Egarvia.

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