Los responsables del centro ocupacional de Fupar, una entidad egarense que atiende a 154 personas con discapacidad intelectual, aplican desde diciembre pasado un nuevo método para sus usuarios con autismo. La dinámica recibe el nombre de “teacch”. Para implementarla, Fupar ha estrenado dos salas en las que solo trabajan personas que sufren el trastorno del espectro autista.
En 2013, en Fupar se dieron cuenta de que los integrantes del centro ocupacional que tenían este problema se alteraban al trabajar con el resto de los usuarios del centro, porque lo hacían en un espacio grande, en una nave en la que recibían demasiados estímulos visuales y acústicos, que acababan incomodándoles.Las dos salas estrenadas bajo la premisa de la metodología “teacch” son pequeñas, silenciosas, tranquilas. Ésta es una de las bases de “teacch”.
Marta Puig, directora del centro ocupacional de Fupar, lo explica así: “Al estar en un entorno más tranquilo, sin que haya ruidos ni otros estímulos constantes, ahora estas personas sufren muchos menos trastornos de comportamiento que antes”. Además, todos los beneficiarios de Fupar con autismo trabajan juntos, algo que facilita la dinámica del grupo.
Otro de los aspectos del que se ocupan los monitores en base al método “teacch” es la planificación de la jornada, puesto que, según explican desde Fupar, las personas con autismo necesitan saber con mucha antelación que tareas llevarán a cabo. Lo hacen a través de unos cronogramas (es decir, una especie de agendas laborales con dibujos) que cuelgan de las paredes de las dos nuevas salas.