El ejecutivo municipal y Mina siguen con las espadas en alto por las tarifas del agua correspondientes al ejercicio 2016. La compañía propuso un incremento del 1,6 por ciento que el gobierno ha rechazado, lo que le ha valido un un recurso de la concesionaria. Ahora, el ejecutivo desestima la apelación de Mina, a la espera de que la Comissió de Preus de Catalunya emita veredicto, probablemente en pocas horas.
El gobierno municipal elevará a pleno el próximo jueves su rechazo al recurso de Mina. El ejecutivo no está de acuerdo con los argumentos que esgrime Aigües de Terrassa, que considera nulo el decreto de alcaldía del pasado 15 de febrero que rechazaba el incremento tarifario.
Mina sostiene que el decreto de alcaldía es “nulo de pleno derecho” por tratarse de “un órgano manifiestamente incompetente”, ya que la decisión correspondía tomarla al pleno de la corporación municipal.
El pleno ratificó el decreto de alcaldía el 25 de febrero, pero para esa fecha Mina entiende que ya se había superado el plazo de 30 días que la administración tenía para responder a su propuesta de precios, y que expiraba dos días antes, el 23 de febrero.
En consecuencia, la compañía estima que “ha operado el silencio positivo y que este informe (desfavorable del Ayuntamiento a su propuesta de precios) debe considerarse favorable a todos los efectos”.
La administración discrepa de esa argumentación y así lo expresa en un dictamen que culmina desestimando el recurso de reposición.
El gobierno explica que, tras la propuesta de incremento tarifario formulada por Mina, solicitó información adicional a la compañía. Resuelto ese trámite, el calendario había corrido y el ejecutivo decidió entonces solicitar a la Comissió de Preus de Catalunya una ampliación de plazo “en la previsión de que el siguiente pleno ordinario ya convocado para el 25 de febrero aprobara el informe desfavorable a la solicitud de revisión de tarifas”.
El gobierno considera la solicitud de ampliación de plazo a la Comissió de Preus de Catalunya “pertinente” y explica que descartó convocar un pleno extraordinario “por razones obvias de eficiencia económica y administrativa”.
La administración cree que obró correctamente y el próximo jueves llevará al pleno su respuesta a Mina. Para esa fecha, se espera que la Comissió de Preus de Catalunya haya emitido un informe al respecto que decante la balanza.
El gesto lleva implícito el rechazo a la subida de tarifas propuesta por la compañía. La iniciativa va a sesión plenaria con los votos favorables de PSC, CiU, Ciutadans y las abstenciones en comisión de Terrassa en Comú, ERC-MES, la CUP y el PP.
Congelación
El bipartito rechazó desde el primer momento la propuesta de Mina de incrementar un 1,6 % el precio de las tarifas del agua este ejercicio, después de que la empresa y la administración acordaran en 2015 congelar precios. Aigües de Terrassa justificó la medida en la necesidad de hacer frente a los costes de explotación del servicio.
En 2016, dijo, se vería obligada a adquirir un volumen extra de agua “mientras duren las obras de mejora de la principal cañería que abastece Terrassa desde la central elevadora de Abrera”. Además, debía invertir más en la mejora de la calidad del agua captada por el impacto del bajo régimen de lluvias.
El Ayuntamiento no acepta los argumentos de la compañía y defiende la congelación de precios, como ya pactó en 2015. Un año antes, la administración se plantó ante la pretensión de Mina de subir la factura del agua un 5,9%. Tras una dura negociación, las tarifas aumentaron ese año un 1,1%.