Antoni Deulofeu rectifica. El rector de la parroquia de Santa Maria de Les Arenes da marcha atrás en su decisión de instalar una antena de telefonía móvil en la terraza de la iglesia, después de que el barrio le haya hecho llegar su rotundo rechazo.
Desde que el pasado sábado trascendiera el contrato firmado por el párroco con Telefónica y los vecinos comprobaran que las obras estaban en marcha, la protesta contra la antena no ha cesado.
“No me veo con fuerzas para continuar adelante -explicaba ayer el rector desde Canjáyar (Almería), invitado con motivo de las fiestas de la Santa Cruz- . La iniciativa ha provocado una fractura social en el barrio y si la escuela no está de acuerdo, la AVV tampoco y los vecinos se oponen. No voy a seguir”.
Deulofeu ha hablado con los operarios para que paralicen la instalación del equipo, que ya era perceptible desde el exterior de la parroquia, y a la vuelta de Almería tiene previsto entrevistarse con la operadora de telefonía “para rescindir el contrato. Iré asesorado por un buen abogado, que me advierta de los riesgos que conlleva”.
El rector acudirá a la reunión con Telefónica con el aval de las firmas de los vecinos. Durante los últimos días, el barrio se ha movilizado y ayer ya se superaban las dos mil rúbricas. Los organizadores han preparado un documento que entregarán al rector junto a las firmas y que trasladará a la empresa la exigencia de la retirada del equipo de telefonía.
Cuarta victoria vecinal
Durante los últimos días, el barrio de Les Arenes le ha hecho llegar personalmente su rechazo al rector. El domingo lo hizo “una minoría” en la parroquia, asegura, mientras el grueso de los vecinos se pronunciaba por teléfono, en redes sociales, en la AVV, y el lunes concentrándose ante la entidad vecinal.
El colegio Joan XXIII también se ha movilizado a través del AMPA y de la dirección del centro. El equipamiento se encuentra a apenas 60 metros de la iglesia y la presencia de la antena ha sido vista por padres y docentes como un riesgo potencial para la salud de los alumnos.
Les Arenes cierra así su cuarta victoria frente a la iniciativa del sector de la telefonía de instalar equipos de difusión en el interior del barrio. Durante los últimos años, los vecinos han hecho servir su fuerza colectiva contra la implantación de nuevos equipos en las cales Borges Blanques, Aneto y La Pineda.
En esos tres primeros casos, la legislación dejaba en manos de los ayuntamientos la regulación de la implantación de las antenas, de manera que los desmantelamientos se sustentaban mayoritariamente en el incumplimiento de la ordenanza. Hoy no es así.
La Ley General de Telecomunicaciones privó en 2014 a municipios y comunidades autónomas de las competencias para regular el despliegue del sector de la telefonía móvil, otorgando a las operadoras la capacidad de expropiar terrazas y azoteas para instalar sus equipos “cuando resulte necesario para la instalación de la red y no exista otra alternativa técnica o económicamente viable”, reza en la norma. Las compañías se limitan a comunicar el proyecto de implantación a las administraciones locales, que tramitan el permiso de obras.
“Encontraré financiación”
A pesar de conocer los antecedentes de movilización del barrio de Les Arenes contra las antenas de telefonía, Antoni Deulofeu asegura que no sospechaba “una oposición tan fuerte. Me fié de que la información había calado entre los vecinos del barrio, de que la gente que utiliza wiffi, que tiene ordenador y dispositivo móvil entendería la necesidad de estos equipos” para garantizar una buena cobertura de señal.
“Ahora no me toca hacer la reflexión sobre si me he equivocado -comentaba ayer desde Almería-. Sí tengo claro que de esta experiencia me quedo con una cosa negativa, la herida del desencuentro, que cicatrizará, y una positiva, que el barrio sabe de la necesidad de recursos que tiene la parroquia para afrontar sus iniciativas culturales, pastorales y sociales, y eso puede redundar en nuevas aportaciones”.
El rector de Santa María de Les Arenes no ha escondido en ningún momento que el contrato con Telefónica respondía a la necesidad de hacer frente al déficit de la parroquia, que cifra en 12 mil euros anuales. La operadora se había comprometido a compensar a la iglesia con 4.800 euros anuales, cifra revisable a los cinco años.
“Buscaré otras vías de financiación y seguro que las encontraré. Soy optimista por vocación”. El rector apunta a una exposición de arte como alternativa para ingresar dinero a través de la venta de cuadros y descarta pedir ayuda al Obispado que, quiere dejar claro, “no tiene ninguna responsabilidad en el déficit de Santa María ni en el contrato de la antena”.