El parque de viviendas deshabitadas en la ciudad sigue disparado. Así lo revela la primera estimación llevada a cabo por el servicio de Gestión Urbanística de Terrassa, que sitúa en 14 mil la cifra de pisos vacíos. Los datos corresponden al ejercicio 2015, dos años después de que el Ayuntamiento iniciara su pionera campaña de expedientes y sanciones a los bancos con viviendas desocupadas.
Alrededor de 3 mil viviendas se encuentran en manos de grandes tenedores, etiqueta que define a aquellos titulares que acumulan en propiedad más de 15 viviendas de 80 m2 o más. Se trata de promotores inmobiliarios, bancos o sociedades vinculadas a entidades financieras y una sola persona física, según revelan fuentes municipales.
El grueso del stock de vivienda vacía se encuentra en manos de pequeños tenedores (menos de 15 casas en propiedad). Son pequeños inversores o particulares que acumulan una, dos o más viviendas en propiedad que están a la espera de ser vendidas, alquiladas o en situación de abandono. Prácticamente 10 mil de las 11 mil viviendas en manos de pequeños propietarios tienen como titulares ciudadanos de a pie.
Cruce de datos
El balance estadístico es fruto del cruce de los datos del padrón, el catastro y la tasa de residuos. Un estudio meticuloso que no incluye trabajo de campo y, por lo tanto, la inspección piso a piso. Eso arroja un pequeño margen de error al no contabilizar, por ejemplo, las ocupaciones irregulares.
Las 14 mil viviendas vacías que censa el Ayuntamiento suponen un descenso de casi dos mil inmuebles en cuatro años, si la cifra se compara con el Censo de Población y Vivienda 2011 publicado por el Instituto Nacional de Estadística en 2013.
En esa fecha, el organismo estatal actualizó su base de datos y cifró en 15.908 el número de viviendas deshabitadas en la ciudad, el 15,6% de su parque residencial. El dato situaba Terrassa como la segunda ciudad de Catalunya con más pisos vacíos, después de Barcelona, aunque en la capital catalana, el peso relativo de los 88.529 inmuebles deshabitados sobre el global de su parque inmobiliario era menor.
Los datos reflejan que Terrassa padece un problema estructural de stock de viviendas que arrastra desde hace más de una década. En el año 2001, cuando el sector inmobiliario experimentaba un crecimiento exponencial, el censo de pisos vacíos ya era de 13.760, siempre según el INE.
El servicio de Gestión Urbanística de la concejalía de Territorio y Sostenibilidad ha revelado los datos de pisos vacíos en comisión informativa, durante la presentación del balance estadístico de los expedientes HADI. Se trata del primer informe pormenorizado de los expedientes abiertos a las entidades bancarias que acumulan viviendas deshabitadas durante más de dos años en la ciudad.
Los primeros expedientes se abrieron en 2013 y, desde entonces, la administración ha incoado un total de 802 informes a entidades bancarias, la mayoría de ellos a CaixaBank (240), al grupo Banc Sabadell (184), al BBVA (122) y a la Sareb (La Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria, conocida como banco malo), que ha sido expedientada en 85 ocasiones.
Buena parte las viviendas vacías en manos de los bancos, algunos de los cuales acumulan varios centenares de pisos, suponen en este momento un problema para las comunidades de vecinos. Muchos pisos vacíos se encuentran en situación de insalubridad y en riesgo de ocupación incívica, mientras las entidades bancarias eluden sus obligaciones como titulares de los inmuebles.
Más de 800 expedientes
De los 802 expedientes abiertos se han resuelto 500. La mayoría de ellos, 403, por cuenta del propio banco, bien porque ha acabado vendiendo el piso (203 casos), porque lo ha comercializado en régimen de alquiler (134) o porque se ha hecho cargo de la rehabilitación al tratarse de viviendas en mal estado. Once expedientes se han resuelto mediante convenio con la Agència Catalana de l’Habitatge, 9 han sido cedidos al Ayuntamiento para alquiler social y los 77 restantes responden a casuísticas variadas.
Durante los ejercicios 2013 y 2014 el Ayuntamiento de Terrassa ha tramitado 104 sanciones coercitivas a bancos por tener pisos vacíos durante más de dos años, en cumplimiento de la Llei d’Habitatge. La mayoría de ellas, 87, se han pagado en primera instancia, es decir, al primer requerimiento. En ese caso el importe de la sanción es de 5 mil euros.
En 14 expedientes, las entidades financieras han ignorado el primer aviso y han tenido que ser requeridas en segunda instancia, en cuyo caso la multa asciende a 6 mil euros. Durante los dos últimos años, sólo tres expedientes han culminado en una tercera sanción coercitiva (7 mil euros).
Los procesos sancionadores han supuesto para las arcas municipales unos ingresos acumulados de 214.970,87 euros durante los ejercicios 2013-2015. El importe supone el 39% de los 540 mil euros a los que asciende el global de las multas impuestas, lo que evidencia un elevado nivel de impago.
La apertura de expedientes implica también la aplicación de tasas previstas en la Llei d’Habitatge de Catalunya, 850 euros por el inicio del proceso y 150 por cada requerimiento, con recargos por demora. Durante los dos últimos años, el Ayuntamiento ha girado tasas por valor de 165.866,12 euros a los bancos expedientados. Al finalizar 2015, había ingresado la mitad del importe, 87.616,15 euros.