Esgrimió un palo, un leño de madera, y quiso ocultar su rostro poniéndose una bolsa de papel-cartón en la cabeza. Con una mano se aguantaba la bolsa y con la otra blandía el leño. De esa guisa atracó un delincuente una tienda de productos cárnicos el martes al mediodía. Forcejeó con una empleada y huyó con botín, con el cajón de una caja registradora.
El atraco fue cometido en un establecimiento de la cadena Bon Àrea ubicado en la calle de Girona, en Sant Pere Nord. El local cerraba sus puertas a la clientela a las dos de la tarde. A esa hora, más o menos, irrumpió el malhechor. Vieron cómo se colocaba, a modo de pasamontañas improvisado, una bolsa de papel-cartón en la que había manufacturado un par de orificios para ver a través de ellos. Se puso el atavío de disfraz en la puerta, antes de entrar.
Llevaba un palo de madera, un leño, a modo de arma para amedrentar a las empleadas del establecimiento. "El dinero", oyeron gritar, al tiempo que blandía el madero como amenaza, y se topó con resistencia, y quiso pegar con el palo a una dependienta. Ella se defendió, hubo un forcejeo, tira y afloja envenenado de tensión, y en esas que la víctima sacó la bolsa-pasamontañas de la cabeza del asaltante. Y, por si había dudas sobre quién era, los testigos vieron su cara.
En efecto, era aquel individuo que imaginaban. El mismo con el que ya habían tenido problemas días antes, el mismo que hace un mes hurtó productos, y que intentó más sustracciones después, mas fue sorprendido en plena acción. El atracador culminó el forcejeo con el robo del cajón de una de las dos cajas registradoras. No ha trascendido cuánto dinero contenía. Agarró el cajón y se largó. Según testigos, escapó hacia el Norte, calle de Girona arriba. Se presume que en su huida abandonó el madero y la bolsa, la capucha de improviso.
La Policía Municipal y los Mossos d’Esquadra recibieron la comunicación sobre el atraco. Agentes locales llegaron a la tienda y hablaron con testigos. Los investigadores que se han hecho cargo de las pesquisas podrán visionar las imágenes de las cámaras de vigilancia que captaron el singular robo con violencia e intimidación para dar con el culpable. Según se desprende de los indicios, no tardarán mucho tiempo en identificarlo. Al parecer, en el comercio, además del rastro de tensión, dejó un paquete de jeringuillas sin usar.