Los smartphones han modificado la comunicación con los demás por medio de WhatsApp; la forma de comprar gracias a aplicaciones de venta de objetos de segunda mano, como Wallapop o Vibbo; y hasta el modo de encontrar pareja, con Tinder. Pero entre los usos en que el móvil aún no ha desplegado todo su potencial está el de pagar con este dispositivo.
En este sentido, la sociedad municipal Egarvia (que regula y vigila el estacionamiento en la vía pública, y gestiona varios parkings subterráneos en Terrassa) se ha marcado como objetivo que los egarenses puedan pagar la zona azul con el móvil desde inicios de 2017, aunque no descarta, si es posible, adelantar la implantación del servicio a finales de año.
Éste es uno de los temas que Carles Garcia, gerente de Egarvia, abordó ayer por la tarde con los representantes políticos locales que acudieron a las instalaciones de la firma, situadas en la calle de San Sebastià, en el barrio del Segle XX. Fue en el marco de las visitas a distintas empresas públicas que lleva a cabo la comisión informativa de sociedades municipales.
Renovación
Como un paso previo necesario para que los ciudadanos puedan abonar el tique del aparcamiento con el móvil, la empresa pretende renovar su programa de gestión, así como las máquinas que utilizan los vigilantes de la zona azul. En la práctica, este cambio implicará que dichos operarios cambien sus máquinas tipo PDA por tabletas.
“La idea es que cada uno de los catorce vigilantes de la zona azul de Terrassa tengan una tableta que les permita gestionar el pago con el móvil a través de un sistema que les ofrecerá más datos que ahora, desde mapas digitales de la ciudad a una mayor integración y conectividad con el sistema central de gestión de Egarvia”, dice el gerente. Desde la empresa trabajan ahora para encontrar el mejor programa, la herramienta aplicativa adecuada, que sirva después para facilitar el trabajo diario de los vigilantes de la zona azul una vez que se haya implantado el pago móvil.
La sociedad tiene la intención de que esta primera fase, de renovación tecnológica interna, concluya a finales de 2016 o a principios de 2017. El gerente de la sociedad calcula que justo después, “en un tiempo breve y con el objetivo marcado de que sea a inicios de 2017, o incluso antes, “llegue la posibilidad de que los usuarios paguen la zona azul a través del móvil”, una fórmula que coexistirá con los parquímetros de toda la vida.
Ventajas online
Tras bastantes elucubraciones sobre la implantación de esta opción técnica, parece que, ahora sí, abonar el estacionamiento de pago de la vía pública con el smartphone será pronto una realidad en Terrassa. Sant Cugat, Matadepera, Sabadell, Reus, Tarragona o Cambrils ya han probado, con más o menos éxito, la experiencia. Por el momento, donde mejor ha funcionado el recurso ha sido en Barcelona, que puso en marcha el servicio en 2014 a través de la “app” ApparkB, que ha demostrado solvencia.
Este tipo de aplicaciones que hacen posible abonar los tiques de la zona azul mediante el teléfono funcionan todas de un modo bastante similar. Es el siguiente. El usuario se descarga el programa en su teléfono. Esa “app” suele estar vinculada a una tarjeta de crédito desde la que se efectuará el pago.
Cuando el conductor estaciona en una zona azul, o verde, debe indicar el número de matrícula de su vehículo. Después, el GPS del móvil detecta el lugar exacto de la ciudad en que el coche está aparcado, y así se aplica la tarifa correspondiente a la zona. Acto seguido, el usuario pulsa la opción de la “app” que da inicio al estacionamiento, y cuando coge el coche de nuevo, la de “finalizar”. El precio se le descuenta de su tarjeta. “Estas aplicaciones también permiten que el conductor calcule cuánto tiempo tendrá su coche aparcado y pague, por ejemplo, una hora de aparcamiento a través del móvil por adelantado. Entonces, si se da el caso de que tenía que ir al médico y ve que la visita se retrasa y que necesitará más de una hora, basta con que saque el teléfono de su bolsillo, entre en la aplicación y amplíe más minutos su estacionamiento”, dice García. Los vigilantes de la zona azul saben qué conductores han pagado, y cuáles no, simplemente introduciendo la matrícula del vehículo en el sistema.
El pago móvil también se extenderá a los párkings subterráneos que Egarvia gestiona en Terrassa (en la avenida de Barcelona, la plaza del Primer de Maig, la del Progrés y Lluís Companys, además del aparcamiento de la calle de Sant Leopold y del Vapor Universitari). En este caso, la forma de pago suele funcionar mediante un código qr situado en las barreras de entrada y salida. El conductor se conecta a una “app”, que lee esa imagen encriptada, y la barrera se levanta. El importe se descuenta de la tarjeta de crédito de modo automático.