El departamento de Territori i Sostenibilitat ya ha presupuestado y calendarizado la ampliación de la autopista C-58. El conseller Josep Rull anunciaba en enero su intención de descongestionar el eje viario y, dos meses más tarde, el proyecto inicia su andadura con el objetivo de que la ejecución de las obras se lleve a cabo el próximo año.
La actuación consiste en la consecución de tres obras de mejora entre Terrassa y Badia, el tramo de máxima saturación de la infraesructura. La intervención no afronta la construcción del tercer carril pendiente al completo, cuyo presupuesto no puede afrontar en estos momentos la administración autonómica.
En la calzada en sentido Barcelona, el tronco central de la autopista se ampliará a tres carriles desde el enlace Terrassa Est, el punto de acceso desde los polígonos industriales. El segundo proyecto se ejecutará unos kilómetros más adelante, en el acceso a la autopista AP-7. En ese punto, el nudo de Sant Pau, se construirán dos nuevos carriles de enlace con la autopista AP-7, otro de los puntos más colapsados.
En sentido Manresa, la tercera actuación descongestionará la autopista a la altura de Can Parellada. Se creará una nueva calzada lateral de dos carriles que permitirá acceder a los polígonos liberando de tráfico en tronco central.
Entre 83 mil y 165 mil vehículos
La autopista C-58 es una de las infraestructuras más saturadas de Catalunya y supone el único acceso rápido y gratuito desde las comarcas del Vallès Occidental y del Bages a la ciudad de Barcelona.
En este momento el eje viario registra una media de 83 mil vehículos al día a la altura de Sant Quirze del Vallès. El volumen de tráfico se dispara en Badia, donde el flujo de tráfico se sitúa en 165 mil vehículos diarios, y también en Terrassa. El Pla de Movilitat de la ciudad calcula que cada día circula por el tramo egarense de la autopista una media de 105 mil vehículos.
Territori i Sostenibilitat tiene previsto redactar los tres proyectos ejecutivos de las obras antes de final de año y proceder posteriormente a la licitación de los trabajos. Si no surgen inconvenientes de última hora, la construcción empezará en 2017.
En la calzada sentido Barcelona, la ampliación a tres carriles del tronco central de la autopista arrancará en el punto kilométrico 12,6, en el enlace Terrassa Est Polígonos, hasta conectar con la salida Sabadell Centre, en el kilómetro 17. La obra supone una inversión de 12,5 millones de euros.
La ampliación permitirá aumentar la capacidad de 4,4 kilómetros de vía, en un tramo que soporta diariamente una media de 57 mil vehículos. Este es precisamente el primer “tapón” al que se enfrentan los conductores que utilizan la C-58 a primera hora de la mañana en dirección Barcleona. Los actuales dos carriles son insuficientes para acoger el volumen de tráfico procedente de Terrassa y del Bages en ese tramo, donde las colas son endémicas.
El segundo proyecto consiste en la construcción de dos carriles de trenzado de 1’8 kilómetros a partir del nudo de Sant Pau. El nuevo tramo facilitará la incorporación a las autopistas AP-7 y B-30, un trayecto saturadísimo en hora punta. En ese lugar, las retenciones bloquean varios kilómetros de la C-58 cada mañana.
Territori invertirá 7 millones de euros en la ampliación de este enlace, que cada día utilizan 20 mil vehículos procedentes de la autopista C-58. Los dos nuevos carriles de enlace descongestionarán esa vía, reduciendo el flujo a 61 mil coches y camiones.
En la calzada sentido Manresa, la intervención mejorará considerablemente el acceso a los polígonos de Can Parellada, Santa Margarida, a la avenida del Vallès y también a la carretera BP-1503 en dirección a Les Fonts y Rubí. La nueva calzada lateral de dos carriles también permitirá mejorar la fluidez del tronco central de la autopista en sentido norte.
Territori calcula que por ese punto circulan a diario 48 mil vehículos en dirección Manresa, 22 mil de los cuales podrán incorporarse directamente a la calzada lateral y liberar el tronco central de la autopista, por el que 26 mil vehículos continuarán trayecto en dirección a Terrassa Centre, Viladecavalls y Manresa. Este es el proyecto más costoso de la intervención, con un presupuesto estimado de 15,7 millones de euros.
La ampliación de la C-58 es una de las grandes asignaturas pendientes de las infraestructuras catalanas. Hace décadas que la construcción del tercer carril está en la agenda política, aunque la ejecución del proyecto ha quedado fuera de presupuesto año tras año. El pasado 23 de enero el conseller Rull anunciaba su determinación de ampliar la infraestructura y el 12 de marzo comunicaba los detalles del proyecto al alcalde de Terrassa, Jordi Ballart.