Ya conocía la policía a la chica de otras ocasiones. Unos agentes municipales la vieron el martes conduciendo una moto por la calle de Calderón de la Barca, en La Maurina, y la identificaron. Y la detuvieron al cabo: no tenía carné, ni constaba que lo hubiese tenido, y la moto que llevaba era robada. Lo comprobaron poco después.
Eran las 11.35 de la mañana cuando la interceptaron y le pidieron la documentación. Ella, la joven conductora, dijo que la moto se la había dejado una amiga que estaba de viaje, fuera de España, pero desde la central operativa de la policía se realizaron gestiones para localizar a su propietario. Al final, un agente llamó al teléfono del titular del vehículo, pero no contestó nadie.
Dos delitos
Luego llamó él, y contó que había dejado la moto estacionada delante de su casa. Se la habían sustraído, pues.
La chica iba a ser imputada por el delito contra la seguridad vial derivado de la conducción sin tener permiso, pero terminó detenida cuando se confirmó que el vehículo había sido robado. Al delito de tráfico se le sumaba el de hurto de uso de vehículo a motor.